Taiwán ha mantenido la pandemia bien controlada gracias a una prevención temprana y eficaz, que incluye el cierre en gran medida de sus fronteras. La mayoría de sus casos han sido importados del extranjero, aunque la isla vio un brote de infecciones domésticas a mediados de 2021.

Tras meses de relativa seguridad, Taiwán informó esta semana de sus dos primeros casos de la variante Omicron, altamente transmisible, ambos vinculados a un hotel en cuarentena.

Otra persona, un limpiador que trabajaba en el principal aeropuerto internacional de la isla, estaba "probablemente" infectada con la variante Omicron, dijo el ministro de Sanidad, Chen Shih-chung.

"Con la aparición de casos domésticos, todo el mundo debe permanecer vigilante", dijo Tsai en un post en Facebook, añadiendo que se habían reforzado las medidas de prevención de la epidemia en el aeropuerto.

"Lo más importante es que se vacunen lo antes posible".

El ministro de Sanidad, Chen, dijo que los nuevos casos habían puesto "mucha presión" en los esfuerzos del gobierno contra la pandemia.

En la ciudad septentrional de Taoyuan, donde se encuentra el aeropuerto, se instalaron varios centros de pruebas de coronavirus en las calles, al tiempo que se reintrodujo la norma de llevar mascarilla en todo momento.

Taiwán ha vacunado a cerca del 70% de sus 23,5 millones de habitantes y el gobierno está ofreciendo incentivos como cupones de compra para aumentar la tasa.