Taiwán, que China reclama como territorio propio, se ha sentido alentado por el apoyo de los aliados democráticos occidentales ante el aumento de las amenazas militares chinas, incluidos los juegos de guerra organizados por China cerca de la isla en agosto.

Al reunirse con los legisladores en la oficina presidencial, Tsai dijo que frente al "expansionismo autoritario", las democracias deben permanecer unidas.

"A partir del próximo año, el servicio militar obligatorio de Taiwán se ampliará a un año. Esto reforzará nuestras capacidades de defensa y demostrará nuestra determinación de defender nuestra patria y salvaguardar la democracia", dijo, refiriéndose a un anuncio del mes pasado.

"Esperamos que Taiwán, Alemania y otros socios democráticos mantengan conjuntamente el orden y la prosperidad regionales".

Aunque Alemania, como la mayoría de los países, no mantiene lazos diplomáticos formales con Taiwán, Berlín está trabajando en una nueva estrategia que adopta una visión más sobria de sus relaciones con China y pretende reducir su dependencia de la superpotencia económica asiática.

Marie-Agnes Strack-Zimmermann, jefa de la comisión parlamentaria de Defensa de Alemania y miembro del socio menor de coalición del canciller Olaf Scholz, los Demócratas Libres (FDP), dijo a Tsai que Alemania y Taiwán son amigos.

La invasión rusa de Ucrania fue una llamada de atención para todo el mundo, dijo Strack-Zimmermann.

"Ésa es la razón por la que venimos a su país, a su maravillosa isla, para decir (al) mundo que nos mantenemos unidos como Estados democráticos", añadió.

China ha expresado su enfado por el viaje, y su ministerio de Asuntos Exteriores aludió el lunes al pasado de Alemania en la Segunda Guerra Mundial.

"Queremos señalar que la raíz de la cuestión de Taiwán procede precisamente de la ley de la selva, la hegemonía, el colonialismo y el militarismo que antaño imperaban en el mundo. China se vio profundamente afectada por ello. Alemania tiene en ello una profunda y trágica lección histórica", declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin.

Taiwán rechaza las reivindicaciones de soberanía de China y afirma que sólo los 23 millones de habitantes de la isla pueden decidir su futuro.