Esta represión que se suma a varios precedentes: a principios de año, Alibaba y Tencent fueron fuertemente multados por prácticas anticompetitivas, se canceló la cotización de Ant Group (filial de Alibaba) y Didi, el Uber chino, fue amenazado con sanciones sin precedentes por las autoridades chinas (suspensión de ciertas actividades o incluso retirada del mercado estadounidense). 

La implacabilidad del gobierno local fue vista con malos ojos por muchos inversores extranjeros, que sacaron su capital de los mercados bursátiles chinos: Shanghái, Shenzhen y especialmente Hong Kong. El Hang Seng ha caído fuertemente esta semana: -9% en dos días, y todas las acciones chinas han bajado. 

Después del sector digital, el gobierno ataca ahora al sector de la educación (Tal Education Group, por ejemplo), prohibiéndoles recaudar fondos en el extranjero. Las empresas deben estar registradas como organizaciones sin ánimo de lucro y ya no pueden impartir cursos similares a los que se imparten en las escuelas. ¿Hasta dónde llegará Pekín en su represión? 

Fuente: MarketScreener (dibujo de Amandine Victor)