Los antiguos rivales de Donald Trump por la nominación presidencial republicana, Nikki Haley y Ron DeSantis, ofrecieron sendos respaldos a su candidatura en la convención del partido, en una muestra de unidad días después de que sobreviviera a un intento de asesinato.

Haley, que había descrito a Trump como no apto para el cargo durante su campaña, instó a sus seguidores a votar por él frente al presidente demócrata Joe Biden "por el bien de nuestra nación."

"No hace falta estar de acuerdo con Trump el 100% de las veces para votar por él", dijo Haley, ex embajadora ante la ONU y gobernadora de Carolina del Sur, tras subir al escenario en medio de una mezcla de vítores y abucheos. "Háganme caso".

DeSantis, el gobernador conservador de Florida cuya campaña flaqueó a principios de año, recibió una calurosa bienvenida de la multitud mientras atacaba a Biden, de 81 años, por considerarlo demasiado viejo para el puesto.

Con la oreja derecha vendada tras el intento de asesinato del sábado, Trump aplaudió desde su palco en la arena, donde se sentó junto a su compañero de fórmula, el senador estadounidense J.D. Vance. Vance, él mismo un antiguo feroz crítico de Trump que se ha convertido en un firme partidario, encabezará la tercera noche de la convención el miércoles.

La muestra de armonía pretendía contrastar con los demócratas, que llevan semanas sumidos en tensiones intrapartidistas sobre si Biden debería abandonar su candidatura a la reelección tras su titubeante actuación en el debate del 27 de junio contra Trump, de 78 años.

Muchos de los discursos de la noche en Milwaukee -centrados en el tema de la ley y el orden- estuvieron impregnados de la retórica antiinmigrante de Trump, con oradores que denunciaron airadamente las políticas de Biden en la frontera sur.

Kari Lake y Bernie Moreno, que se postulan en carreras de alto perfil para el Senado de EE.UU. en Arizona y Ohio, respectivamente, y los senadores Ted Cruz de Texas y Tom Cotton de Arkansas, todos llamaron al flujo de migrantes una "invasión".

Aunque los cruces fronterizos alcanzaron máximos históricos durante el mandato de Biden, las detenciones cayeron bruscamente en junio después de que el presidente aplicara una amplia prohibición de asilo.

Anne Fundner, una madre cuyo hijo adolescente murió envenenado con fentanilo, dijo que responsabilizaba a los demócratas. La familia de Rachel Morin, una mujer de Maryland que, según las autoridades, fue violada y asesinada por un inmigrante salvadoreño que había cruzado ilegalmente varias veces la frontera entre Estados Unidos y México, culpó también a las políticas de Biden.

Trump ha destacado el asesinato de Morin en la campaña electoral, donde con frecuencia demoniza a los inmigrantes como criminales violentos. Los estudios demuestran que los inmigrantes no cometen delitos en mayor proporción que los estadounidenses nacidos en el país.

Trump ha prometido lanzar el mayor esfuerzo de deportación de la historia de Estados Unidos.

Algunos de los acalorados ataques contradijeron el mensaje de unidad nacional que Trump había prometido transmitir tras el atentado contra su vida en un mitin en Pensilvania el sábado.

Pero Lara Trump, su nuera y copresidenta del Comité Nacional Republicano, cerró la noche con un cambio de tono, diciendo que los estadounidenses deberían recordar que "es más lo que nos une que lo que nos divide."

Sin embargo, tras el tiroteo, los temores de los votantes sobre la profundamente polarizada nación de cara a las elecciones del 5 de noviembre sólo parecen haberse profundizado.

Una encuesta de Reuters/Ipsos realizada el lunes y el martes reveló que el 80% de los votantes -incluyendo porcentajes similares de republicanos y demócratas- estaban de acuerdo en que "el país se está saliendo de control."

Las autoridades aún no han identificado el motivo del tiroteo. El pistolero, de 20 años, fue abatido en el lugar de los hechos por el Servicio Secreto estadounidense.

En su primer discurso de campaña desde el intento de asesinato, Biden dijo el martes a los votantes negros de Las Vegas que "se lo jugaba todo" a la reelección, desoyendo de nuevo los llamamientos de algunos demócratas para que se hiciera a un lado.

La convención de cuatro días culminará con el discurso de Trump en horario de máxima audiencia el jueves, cuando acepte formalmente la nominación del partido para enfrentarse a Biden en la revancha de 2020.