El lunes (5 de septiembre), los conservadores en el gobierno la anunciaron como su próxima líder y cuarta primera ministra del partido desde las elecciones de 2015.

"Entregaré un plan audaz para reducir los impuestos y hacer crecer nuestra economía. Cumpliré con la crisis energética, ocupándome de las facturas energéticas de la gente, pero también de los problemas a largo plazo que tenemos en el suministro de energía''.

Truss se enfrenta a una lista de tareas difíciles y costosas. El aumento de los precios del gas al por mayor, impulsado por la guerra de Ucrania, está afectando a países de toda Europa.

Pero Gran Bretaña depende especialmente del gas, lo que hace que su tasa de inflación esté por encima de las demás economías importantes.

A medida que el crecimiento se estanca, los trabajadores, desde los conductores de trenes hasta los abogados y las enfermeras, están en huelga para reclamar unos salarios que estén a la altura de los costes crecientes.

John Kampfner, director de la Iniciativa sobre el Reino Unido en el Mundo del grupo de reflexión londinense Chatham House, dice que nunca ha visto a un primer ministro entrar en Downing Street con vientos en contra tan desfavorables.

"Hay una tormenta que se está acumulando en Gran Bretaña y es bastante extraordinaria... En el frente económico, la inflación galopante -que ya supera ampliamente el 10 por ciento y se dirige hacia el norte-, tenemos huelgas prácticamente en todas partes. El sistema de trenes, el sistema postal, los abogados, los recolectores de basura, lo que sea, y están en huelga. Y lo que es más importante, tenemos el potencial de una enorme cantidad de malestar social con los precios de la electricidad y el gas que ya han subido un 200 por ciento y todos los trimestres también".

Truss ha prometido presentar un plan para hacer frente a la subida de las facturas de energía y asegurar el futuro suministro de combustible en el plazo de una semana. Gran Bretaña se ha quedado atrás con respecto a otros países europeos a la hora de ofrecer este tipo de ayuda.

La ministra ha señalado sus planes de eliminar las subidas de impuestos y recortar otros gravámenes que, según algunos economistas, alimentarían la inflación.

Y su promesa de revisar las atribuciones del Banco de Inglaterra, protegiendo su independencia, hizo que algunos inversores se deshicieran de la libra y de los bonos del Estado.

Ministra de Asuntos Exteriores bajo el mandato de Johnson, Truss ha dicho que nombrará un gabinete fuerte, prescindiendo de lo que una fuente cercana a ella llamó un "estilo presidencial" de gobernar.

Tendrá que esforzarse por ganarse a los partidarios de su rival Rishi Sunak, antiguo ministro de Economía. Ella no era la primera opción de sus colegas legisladores conservadores, pero se ganó a los miembros del partido.

Johnson, que fue destituido en julio tras meses de escándalo, presentará su dimisión oficial a la Reina en Escocia.

Truss le seguirá y se le pedirá que forme un nuevo gobierno.