Los estados nórdicos se están preparando para solicitar el ingreso en la alianza transatlántica de 30 miembros en respuesta a lo que consideran una situación de seguridad fundamentalmente alterada debido a la invasión rusa de Ucrania. Esto ha provocado amenazas de represalias por parte de Moscú y objeciones por parte de Turquía, miembro de la OTAN.

El ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, dijo a los periodistas a su llegada a Berlín que era "inaceptable e indignante" que los posibles nuevos miembros de la OTAN dieran apoyo al grupo militante kurdo PKK, lo que podría complicar la ampliación de la alianza.

"El problema es que estos dos países están apoyando y comprometiéndose abiertamente con el PKK y el YPG. Son organizaciones terroristas que han estado atacando a nuestras tropas todos los días", dijo Cavusoglu, añadiendo que mantendría conversaciones con sus homólogos suecos y finlandeses el sábado por la noche.

"Una gran mayoría del pueblo turco está en contra de la adhesión de esos países... y nos pide que bloqueemos esta adhesión", dijo.

El ministro de Asuntos Exteriores finlandés, Pekka Haavesto, dijo que confiaba en que al final se encontraría una solución. La ministra de Asuntos Exteriores sueca, Ann Linde, declaró a la agencia de noticias sueca TT que intentaría solucionar cualquier malentendido.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha prometido a los dos países nórdicos una cálida bienvenida y un rápido procedimiento de adhesión, pero el viernes Turquía echó inesperadamente tierra sobre el asunto.

Stoltenberg, que no puede participar en la reunión de Berlín por haber dado positivo en la prueba del COVID, habló por teléfono con varios de los ministros antes de que comenzaran las conversaciones, entre ellos el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken y los ministros de Asuntos Exteriores de Turquía, Finlandia y Suecia.

El presidente turco, Tayyip Erdogan, había dicho el viernes que no podía apoyar los planes de los países nórdicos por ser "sede de muchas organizaciones terroristas", pero su portavoz dijo el sábado a Reuters que Turquía no había cerrado la puerta.

Los aliados también estudiarán las garantías de seguridad para Finlandia y Suecia durante un periodo de ratificación que podría durar hasta un año, durante el cual los países nórdicos aún no están protegidos por el artículo 5 de la OTAN, que garantiza que un ataque a un aliado es un ataque a todos.

También evaluarán la situación militar sobre el terreno y su ayuda al ejército ucraniano, y discutirán un primer borrador del nuevo concepto estratégico de la OTAN, su doctrina militar básica, que está previsto que se acuerde en una cumbre de líderes en Madrid a finales de junio.

"Creo que el presidente (ruso) Vladimir Putin necesita mirarse en el espejo. Se recoge lo que se siembra", dijo la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Melanie Joly, y añadió que confiaba en que se alcanzaría un consenso para que Finlandia y Suecia se unieran a la alianza.