El derrumbamiento de la presa en manos rusas el 6 de junio desató inundaciones en el sur de Ucrania y en las zonas de la región de Kherson ocupadas por Rusia, matando a más de 50 personas y destruyendo viviendas y tierras de cultivo.

En su intervención por videoconferencia en una reunión de ministros de Medio Ambiente de los países de la Unión Europea, el ministro ucraniano de Medio Ambiente, Ruslan Strilets, declaró que la evaluación de los daños estaba en curso pero que el colapso de la presa era ya el mayor desastre medioambiental desde la invasión rusa de febrero de 2022.

"Hay cosas que nunca podremos restaurar. Se trata de los ecosistemas que fueron arrastrados al Mar Negro. Esto incluye 20.000 animales que probablemente murieron, incluidas especies endémicas que sólo se encontraban en el sur de Ucrania", dijo.

Strilets no especificó a cuánto ascienden los daños estimados en 1.200 millones de euros (1.310 millones de dólares), pero dijo que el colapso de la presa había dejado sin agua potable a cerca de un millón de personas después de que el volumen del embalse de Kajovka se desplomara en tres cuartas partes, y que los escombros serían arrastrados a otros países.

"Europa encontrará minas rusas en sus playas", afirmó.

Ucrania acusa a Rusia de volar la presa de la era soviética, bajo control ruso desde los primeros días de su invasión. El Kremlin acusó a Kiev de sabotear la instalación hidroeléctrica.

Un equipo de expertos jurídicos internacionales que asiste a los fiscales ucranianos en su investigación afirmó que era "muy probable" que el colapso de la presa fuera causado por explosivos colocados por los rusos.

El responsable de política medioambiental de la Unión Europea, Virginijus Sinkevicius, declaró que los países de la UE estaban coordinando el suministro de emergencia de barcos, refugios, represas, material médico y depuradoras de agua.

En respuesta a la rotura de la presa, Polonia dijo que Rusia debería ser suspendida de la Agencia Intergubernamental Internacional de Energías Renovables, y pidió a la UE que coordinara un llamamiento en este sentido en todo el bloque, llamamiento que Estonia, Lituania y Letonia respaldaron durante la reunión de ministros de Medio Ambiente.

(1 dólar = 0,9177 euros)