Casi la mitad del sistema energético ucraniano resultó dañado por los ataques rusos del invierno pasado, cuando Moscú aporreó centrales eléctricas y transformadores con misiles de crucero y drones Shahed de fabricación iraní. En algunos momentos, millones de personas se quedaron sin electricidad.

La amenaza de ataques a la red eléctrica sigue siendo grave tras los informes de que Moscú ha creado sus propias instalaciones para fabricar drones de asalto basados en el Shahed-136.

Vadym Skybytskyi, un funcionario de los servicios de inteligencia ucranianos, declaró la semana pasada que Moscú podría empezar a utilizar más Shaheds junto con misiles para confundir a las defensas aéreas ucranianas presentando un abanico de objetivos.

Skybytskyi dijo que los ataques rusos contra la infraestructura energética podrían comenzar a finales de septiembre o principios de octubre.

Pero la mayor parte de los daños del invierno pasado ya han sido reparados y Kiev ha reforzado sus defensas aéreas, incluso con sistemas Gepard de fabricación alemana recién donados, unas elegantes torretas verdes montadas en el chasis de un carro de combate.

Los militares afirman que uno de estos sistemas ha derribado cinco Shaheds desde su primer uso hace un mes, lo que supone una tasa de éxito del 100%.

"Entendemos que el enemigo no ha renunciado a sus intenciones criminales de golpear instalaciones de infraestructuras críticas y causar daños a Ucrania y a su economía", declaró a Reuters el general Serhiy Naiev, comandante de las Fuerzas Conjuntas de las Fuerzas Armadas, en la región septentrional de Zhytomyr.

"Teníamos menos (sistemas) el invierno pasado. Ahora nos han dado más, y la eficacia será mejor", dijo durante su visita a la región para entregar medallas.

RENTABLE

Los analistas militares estiman que los Shaheds cuestan unos 20.000 dólares cada uno, pero los misiles de defensa antiaérea suministrados por Occidente que Kiev utilizó el invierno pasado costaban muchas veces más.

Naiev dijo que una bala disparada por los cañones antiaéreos Gepard cuesta menos de 1.000 dólares, lo que los hace más rentables.

Cada Gepard tiene un radar con un radio efectivo de 12 km (7,5 millas). Ucrania no tiene suficientes para cubrir todo su territorio, pero Naiev dijo que las ametralladoras de gran calibre, como las M2 Browning de fabricación estadounidense, ayudaban a cubrir las carencias.

Anton, un tripulante responsable de encontrar objetivos, habló de la emoción cuando la tripulación derribó drones durante dos ataques nocturnos en agosto.

"Adrenalina, sobrecarga emocional... no se puede transmitir con palabras", dijo. "No nos asusta. Nos impulsa a trabajar (duro) y destruir objetivos en el cielo ucraniano".