El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, afirmó el miércoles que el banco central no responderá directamente a los movimientos de las divisas a la hora de fijar su política monetaria, desechando las especulaciones del mercado de que las fuertes caídas del yen podrían obligarle a subir los tipos de interés.

"En absoluto cambiaremos la política monetaria directamente en respuesta a los movimientos de los tipos de cambio", dijo Ueda al parlamento, cuando un legislador de la oposición le preguntó si los movimientos del yen tendrían algún impacto en la decisión del BOJ sobre el calendario de la próxima subida de tipos.

La debilidad del yen puede hacer subir los precios de las importaciones, pero eso por sí solo tampoco desencadenará una subida de tipos, dijo Ueda, subrayando que la clave estaba en si esa presión al alza de los precios afectaría a la inflación en general y al crecimiento de los salarios.

"Si existe el riesgo de que los salarios y la inflación suban más de lo previsto y hagan subir la inflación tendencial por encima del 2%, puede que tengamos que considerar la posibilidad de cambiar la política monetaria", dijo.

El yen cayó el mes pasado a un mínimo de 34 años de 151,975 frente al dólar.

El descenso se ha producido a pesar del histórico cambio de política del Banco de Japón que puso fin a ocho años de tipos de interés negativos, ya que los mercados interpretaron su orientación pesimista como una señal de que las nuevas subidas de tipos tardarán en llegar.

Algunos agentes del mercado creen que la debilidad del yen podría ser uno de los detonantes de la próxima subida de tipos del Banco de Japón, que muchos economistas consideran que se producirá a finales de este año.

Ueda dijo que la decisión del BOJ de abandonar la política ultra laxa en marzo se basaba en su opinión de que la consecución sostenida de su objetivo de inflación del 2% está a la vista.

El banco central considerará la posibilidad de volver a subir los tipos si la inflación tendencial, que sigue estando por debajo del 2%, se acelera hacia ese nivel tal y como proyecta, dijo Ueda.

"Si la inflación tendencial se mueve en línea con nuestras previsiones, podría ser apropiado ajustar el grado de estímulo monetario, aunque no sabemos cuándo ocurrirá", dijo.

Según Ueda, la inflación tendencial se define como la evolución de los precios eliminando el efecto de factores puntuales como el coste de los carburantes, y se mide observando diversos indicadores sobre cómo afecta a los precios la fortaleza de la economía y la demanda interna.