Mohamed Osman, residente de Mogadiscio, estaba rezando cerca y dijo que la conmoción de la explosión golpeó las paredes y el techo de su mezquita.

Cuando salió vio coches destruidos, algunas casas derrumbadas y partes de cuerpos en la calle.

Osman dijo que había visto nueve cuerpos en el lugar de los hechos.

Abdikadir Abdirahman, director del servicio de ambulancias de Aamin, cifró el número de muertos en ocho.

No estaba claro de inmediato quién era el responsable, aunque este tipo de ataques han sido reivindicados en el pasado por Al Shabaab, vinculado a Al Qaeda.

Su objetivo es derrocar al gobierno central de Somalia e imponer una interpretación estricta de la ley islámica.

El grupo lleva a cabo frecuentes ataques con armas y bombas contra objetivos de seguridad y del gobierno, así como contra civiles.