Marcelo Arruda, guardia municipal y funcionario del PT, estaba celebrando su fiesta de cumpleaños en la ciudad de Foz de Iguacu, en el estado de Paraná, al sur de Brasil, cuando Jorge José da Rocha Guaranho entró en el evento y lo mató a tiros.

Arruda, que también estaba armado, devolvió los disparos, matando a Guaranho, según un comunicado del PT.

La muerte de los dos hombres es un mal augurio de cara a unas elecciones de octubre que muchos esperan que sean muy tensas en el políticamente polarizado Brasil. El ex presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva es el candidato presidencial del PT y actualmente aventaja a Bolsonaro en las encuestas.

Bolsonaro, que lleva mucho tiempo arremetiendo contra Lula y sus aliados izquierdistas, ha planteado la idea de no aceptar ninguna derrota electoral, citando denuncias infundadas de fraude electoral y problemas con el ampliamente respetado sistema de votación electrónica de Brasil.

Según un informe de la policía civil estatal y un testigo que habló con Reuters, Guaranho se presentó en la fiesta, sin haber sido invitado, apuntando con un arma mientras también gritaba insultos a los presentes y palabras de apoyo a Bolsonaro.

Aluizio Palmar, un periodista presente en la fiesta, dijo a Reuters que un hombre llegó y comenzó a gritar en apoyo de Bolsonaro, describiéndolo como una "leyenda".

Según Palmar, el hombre se marchó pero regresó unos 15 o 20 minutos después, apuntando con un arma a Arruda.

Arruda le ordenó que se detuviera, identificándose como miembro de las fuerzas de seguridad.

Ambos hombres abrieron entonces fuego, matándose mutuamente, según la declaración del PT, el informe policial y las imágenes de las cámaras de seguridad que aparecen en los medios locales.

"Otro querido compañero falleció esta mañana, víctima de la intolerancia, el odio y la violencia política", dijo la presidenta nacional del PT, Gleisi Hoffmann, en un comunicado.

La oficina de Bolsonaro no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.