El oleoducto bajo el Mar Báltico cuenta con el apoyo del Partido Socialdemócrata (SPD), pero se opone uno de sus socios de coalición menores, los Verdes.

"Tenemos que dejar atrás (la disputa) en algún momento", dijo Kevin Kuehnert, secretario general del SPD, en una conferencia de prensa tras una reunión de un órgano de dirección del SPD.

El oleoducto se completó en septiembre, pero está a la espera de la aprobación de los reguladores alemanes y de la Unión Europea, y algunos políticos -en Alemania y en el extranjero- han dicho que debería bloquearse debido a diversos desacuerdos políticos con Rusia.

Kuehnert dijo que la discusión sobre las posibles sanciones contra Rusia si el conflicto de Ucrania se intensifica a raíz de una acumulación militar rusa cerca de la frontera de Ucrania era una cuestión diferente al proyecto Nord Stream 2.

"Todo en mí se resiste a la idea de que se conjuren conflictos sólo para enterrar un proyecto controvertido", dijo Kuehnert.

Kuehnert dijo a Reuters en una entrevista el domingo que el Nord Stream 2 había sido planeado durante suficiente tiempo, y que ahora era el momento de la "paz política y legal" sobre el tema.

La posición del SPD refleja la de los democristianos de la ex canciller Angela Merkel. Merkel declaró que el gasoducto era un proyecto comercial, una línea de la que se hizo eco el canciller Olaf Scholz, miembro del SPD.