La UE propuso a principios de mes un paquete de medidas de emergencia para hacer frente a la escalada de los precios de la energía, pero se ha mantenido al margen de un tope del precio del gas, una idea que ha dividido a los 27 Estados miembros del bloque.

Los países a favor intensificaron la presión sobre Bruselas, con una carta en la que pedían a la Comisión Europea que presentara propuestas sobre un tope del precio del gas para debatirlas en una reunión de ministros de Energía de la UE el viernes, seguidas de una propuesta legislativa lo antes posible.

"Reconocemos los esfuerzos realizados por la Comisión y las medidas que ha presentado para hacer frente a la crisis. Pero aún tenemos que abordar el problema más grave de todos: el precio mayorista del gas natural", decía la carta dirigida al comisario de Energía, Kadri Simson, y vista por Reuters.

El documento fue firmado por ministros de 15 países: Bélgica, Bulgaria, Croacia, Francia, Grecia, Italia, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia y España.

La carta, de la que Reuters había visto antes un borrador, pedía un tope de precios para todas las transacciones de gas al por mayor.

En ella se afirmaba que poner un tope a los precios del gas ayudaría a los países a frenar las "insostenibles presiones inflacionistas" que afectan a hogares y empresas, y que podría diseñarse de forma que se garantizara la seguridad del suministro.

Otros Estados se oponen a limitar los precios del gas, lo que plantea dudas sobre si alguna propuesta de la UE obtendría el apoyo suficiente.

Alemania, los Países Bajos y Dinamarca afirman que limitar los precios podría poner en peligro la seguridad del suministro al socavar la capacidad de la UE para atraer entregas de gas este invierno.

Rusia ha recortado drásticamente las entregas de gas a Europa desde que Occidente impuso sanciones a Moscú después de que Rusia invadiera Ucrania, lo que ha dejado a los países luchando por conseguir suministros alternativos.

Hasta ahora, la Comisión Europea ha propuesto medidas comunitarias de emergencia que incluyen gravámenes sobre los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas y recortes en el consumo de electricidad.

Los países de la UE están negociando esas propuestas y pretenden aprobarlas cuando los ministros de Energía de la UE se reúnan el viernes.