La elevada inflación y unas perspectivas económicas inciertas han paralizado la ronda de negociaciones en curso entre los sindicatos de trabajadores y las organizaciones patronales en Finlandia, donde los salarios se determinan en los convenios colectivos nacionales.

La Unión Industrial Finlandesa, que cuenta con unos 200.000 afiliados y se considera que tiene un papel central a la hora de establecer un punto de referencia para las subidas salariales de todos los sindicatos, dijo que había rechazado un acuerdo propuesto por el conciliador nacional.

"Lamentablemente, la propuesta de acuerdo no refleja suficientemente el aumento de los precios", escribió en Twitter el jefe del sindicato, Riku Aalto.

La oficina del concialiador dijo que la decisión hacía muy probable que se produjeran huelgas en febrero.

Varios sindicatos clave de Finlandia han amenazado con convocar huelgas que podrían afectar inicialmente a más de 35.000 empleados y obstaculizar las exportaciones desde principios de febrero.

Inicialmente, se espera que unos 5.000 trabajadores de cuello blanco de industrias que incluyen la siderúrgica de acero inoxidable Outokumpu y Sandvik hagan una huelga de tres días a partir del 1 de febrero, seguidos de otros 11.400 empleados industriales de empresas como Kone, Konecranes, Metso Outotec, Neste, Orion y SSAB entre el 8 y el 10 de febrero.

El sindicato de empleados de servicios está planeando una huelga en la que participarán unos 20.000 trabajadores de unos 200 almacenes y tiendas minoristas de todo el país, mientras que el Sindicato Finlandés de Trabajadores del Transporte también está considerando la posibilidad de convocar una huelga en febrero.

La refinería finlandesa Neste declaró a Reuters que ya había empezado a prepararse para la huelga prevista de tres días, que afectaría a su refinería de Porvoo, sin dar más detalles.