COPENHAGUE (Reuters) - Un volcán del suroeste de Islandia lanzó el miércoles lava incandescente a 50 metros de altura, en la que fue su quinta erupción desde diciembre, poco después de que finalizara otra de ocho semanas en la misma península de Reykjanes.

Las autoridades habían advertido del riesgo de una nueva actividad volcánica en la zona, al sur de la capital, Reikiavik, ya que los estudios mostraban que el magma se estaba acumulando bajo tierra.

"Las fuentes de lava alcanzan los 50 metros de altura y la longitud de la fisura parece ser de unos 2,5 kilómetros y sigue creciendo, dijo la Oficina Meteorológica de Islandia en un comunicado.

El espectáculo de fuego subraya los retos a los que se enfrenta la nación insular de casi 400.000 habitantes, ya que los científicos han advertido que es posible que se repitan erupciones en Reykjanes durante décadas o incluso siglos.

La del miércoles fue la octava erupción desde 2021 en la península, donde viven unas 30.000 personas, después de que los sistemas geológicos -que habían permanecido inactivos durante 800 años- volvieran a activarse.

Dicha actividad volcánica ha interrumpido la calefacción urbana, ha cerrado carreteras clave y ha arrasado varias casas en el pueblo pesquero de Grindavik, al que solo han regresado unos pocos residentes desde una evacuación a finales de 2023.

La defensa civil de Islandia se puso en alerta máxima, según la policía, y las autoridades ordenaron de nuevo la evacuación de Grindavik. El cercano balneario geotérmico Blue Lagoon, conocido por sus grandes piscinas al aire libre, fue cerrado y sus huéspedes evacuados.

Para evitar daños mayores, se han construido barreras artificiales para alejar la lava de infraestructuras como la central geotérmica de Svartsengi, el balneario de Blue Lagoon y Grindavik.

(Reporte de Stine Jacobsen, editado en español por Ricardo Figueroa)