Gabriel Weinberg, que también fundó la empresa, testificó el 21 de septiembre sobre el efecto en DuckDuckGo de los 10.000 millones de dólares en pagos anuales de Google a los fabricantes de smartphones y otros para mantener su motor de búsqueda como predeterminado en ordenadores o dispositivos móviles.

Parte de su testimonio tuvo lugar fuera de la vista del público.

Una transcripción redactada desvelada a última hora del miércoles mostraba que DuckDuckGo había llegado a un acuerdo con Apple en 2014 para aparecer como opción en los dispositivos de Apple. Poco después, DuckDuckGo empezó a presionar a Apple para que la convirtiera en la opción por defecto para los usuarios que quisieran trabajar en modo de privacidad, que limita los datos recopilados sobre el usuario.

Los creadores de aplicaciones buscan ser los predeterminados en su área, ya sea la búsqueda o los mapas o cualquier otra cosa, porque muchos usuarios no pueden o son reacios a cambiar los valores predeterminados.

Weinberg dijo que Apple parecía "realmente interesada" en 2016, y que ejecutivos de las dos empresas mantuvieron reuniones en 2017 y 2018 para discutir el cambio a DuckDuckGo como el predeterminado en el modo de privacidad. DuckDuckGo tiene alrededor del 2,5% del mercado de búsquedas, declaró.

En esas reuniones, dijo Weinberg, los ejecutivos de Apple planteaban la preocupación de que sus acuerdos de distribución con Google pudieran impedir el cambio.

El Departamento de Justicia ha dicho que Google, que tiene alrededor del 90% del mercado de búsquedas, paga unos 10.000 millones de dólares anuales a Apple, a otros fabricantes de teléfonos inteligentes y a otros para ser la búsqueda por defecto. Esa influencia en las búsquedas ha convertido a Google en un peso pesado en el lucrativo mercado de la publicidad, lo que ha disparado sus beneficios.

En 2019, Apple decidió no seguir adelante con el cambio y el posible acuerdo murió, dijo Weinberg.

Weinberg dijo que había hecho propuestas similares a Samsung y otras empresas y que también fueron rechazadas.

"El contrato de Google de cada una de estas empresas fue la clave que nos impidió llegar a un acuerdo con ellas", añadió.