El acuerdo había desatado las críticas de los defensores de la privacidad a ambos lados del Atlántico, de las organizaciones de consumidores y de los rivales de Google sobre el poder de mercado de la empresa y el uso de los datos de salud de las personas en la publicidad dirigida.

Fitbit, que en su día fue líder en el mercado de los dispositivos wearables, ha perdido cuota de mercado en favor de Apple, Xiaomi, Samsung y Huawei en los últimos años.

La Comisión Europea dijo que había acordado concesiones con Google, válidas por 10 años con la posibilidad de otra extensión de 10 años, abordando las preocupaciones de competencia, confirmando una historia de Reuters en octubre.

Google almacenará los datos de los usuarios de Fitbit por separado de los datos de Google utilizados para la publicidad, y no utilizará los datos de Fitbit y otros dispositivos wearables para Google Ads. Los usuarios pueden decidir si almacenan sus datos de salud en su cuenta de Google o de Fitbit.

El gigante tecnológico mantendrá el acceso a los datos de salud y estado físico de los usuarios a las aplicaciones de software a través del software Fitbit Web API, sin cobrar por el acceso y sujeto al consentimiento del usuario.

Seguirá proporcionando una licencia de software API gratuita para las funcionalidades principales a los fabricantes de dispositivos Android, lo que permitirá que sus aparatos funcionen con los teléfonos inteligentes Android.

Google dijo: "Creemos que este acuerdo estimulará la innovación en los dispositivos wearables y nos permitirá crear productos que ayuden a las personas a llevar una vida más saludable".