Por Belén Carreño y Philip Blenkinsop

El documento político, que será presentado el miércoles por el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, expone la importancia de asegurar un acceso prioritario a las materias primas y otros recursos de América Latina, ante los "crecientes desafíos geopolíticos".

Parecía un intento de dar un nuevo impulso a los esfuerzos por reavivar las relaciones con el bloque Mercosur de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

Un acuerdo de este tipo ayudaría a la UE a adoptar una postura más independiente y a depender menos de Pekín y de Washington, especialmente si Donald Trump gana la reelección el año que viene, dijeron a Reuters fuentes diplomáticas de la UE.

Un pacto comercial UE-Mercosur se acordó en principio en 2019, pero aún está a la espera de ser ratificado en los parlamentos de los países implicados.

Francia -donde el acuerdo es impopular entre los agricultores locales- ha dicho desde entonces que quiere que la parte del Mercosur acepte varios compromisos adicionales, en particular sobre el respeto de las normas de la UE en materia de deforestación, antes de poder respaldarlo.

"Reforzando la asociación entre dos regiones que se encuentran entre las más estrechamente alineadas del mundo en términos de intereses y valores, la UE y ALC (la región de América Latina y el Caribe) estarán mejor situadas para afrontar los desafíos globales", reza el documento, visto por Reuters el lunes.

América Latina y Europa deben trabajar para reducir la "excesiva dependencia" de terceros países, añade.

El documento establece una hoja de ruta para concluir cuanto antes una serie de acuerdos de libre comercio y asociación con los países latinoamericanos, así como para impulsar las relaciones bilaterales con México y Brasil.

Muchos de los acuerdos se basarían en un programa de la UE para invertir en proyectos ecológicos y de transición digital en América Latina que debe aprobarse en una cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la UE los días 17 y 18 de julio, la primera desde 2015.

El suministro de recursos energéticos a la UE también desempeñará un papel destacado en la nueva relación, ya que Bruselas pretende firmar acuerdos con los paÃses latinoamericanos según lo previsto en la nueva estrategia de Materias Primas CrÃticas de la UE, según el documento.

Con ello se pretende mitigar los riesgos para las cadenas de suministro de materiales relacionados con la energía sostenible que se pusieron de manifiesto con la escasez durante la pandemia y en la crisis energética tras la invasión rusa de Ucrania.

Las negociaciones están más avanzadas con Chile y Argentina, y podría anunciarse un acuerdo ya en julio, según las fuentes diplomáticas europeas.