Investigadores del Grupo de Análisis y AstraZeneca han publicado los resultados de su estudio ZEPHYR 1, el primer estudio en el mundo real que documenta la utilidad clínica y los beneficios económicos del benralizumab, una terapia biológica para los pacientes que padecen asma eosinofílica. Aunque la eficacia del benralizumab ha quedado demostrada en múltiples ensayos clínicos, los profesionales han dispuesto de pocos datos en el mundo real sobre el medicamento para apoyar las decisiones de tratamiento de esta forma de asma grave y difícil de tratar. El estudio, publicado en Annals of Allergy, Asthma & Immunology y financiado por AstraZeneca, llena este vacío de conocimiento analizando los datos de reclamaciones de pacientes tratados con benralizumab en entornos clínicos reales.

Los investigadores evaluaron el impacto del fármaco en las exacerbaciones del asma, los tratamientos concomitantes del asma, la utilización de recursos sanitarios relacionados con las exacerbaciones del asma y los costes médicos. Entre los principales hallazgos se encuentran los siguientes Las tasas de exacerbación se redujeron en un 48% en el caso de la hospitalización, en un 53% en las visitas al servicio de urgencias y en un 59% en las consultas externas. Además, el 41% de los pacientes no tuvo ningún episodio de exacerbación en los 12 meses siguientes al inicio del benralizumab.

La dosis media de corticosteroides orales se redujo de 1.398 mg a 630 mg, mientras que el uso de medicamentos concomitantes para el asma disminuyó significativamente, incluyendo una reducción del 32% en el uso de CSO por parte de los pacientes en los 12 meses posteriores al inicio del benralizumab. El HCRU relacionado con la exacerbación se redujo en un 42% en el caso de la hospitalización, en un 46% en el de las visitas a urgencias y en un 57% en el de las consultas externas, mientras que la media de días de hospitalización relacionados con la exacerbación se redujo de 2,78 a 1,65. Los costes médicos relacionados con la exacerbación se redujeron en un 42% en el caso de la hospitalización, en un 46% en las visitas a urgencias y en un 57% en las visitas ambulatorias.

Estos datos son especialmente importantes para los médicos que buscan alternativas a los corticosteroides tradicionales para tratar el asma grave.