FRANKFURT (dpa-AFX) - Crece la preocupación por el atractivo de Alemania como emplazamiento empresarial. Desde el punto de vista de muchos ingenieros mecánicos, la mayor economía de Europa ha perdido atractivo. Al mismo tiempo, según un estudio publicado el miércoles, las empresas extranjeras frenaron sus inversiones en Alemania el año pasado, mientras que las alemanas invirtieron miles de millones en otros países. Según el director del Ifo, Clemens Fuest, a Alemania le está resultando más difícil que a otros países salir de la baja tras la crisis de la Corona y de los precios de la energía.

Según los cálculos del Instituto de la Economía Alemana (IW), cercano a la patronal, salieron al extranjero unos 125.000 millones de euros más de inversiones directas de empresas alemanas que a la inversa. Se trata de la mayor salida jamás registrada en este país. El IW lo considera una mala señal para Alemania como lugar de negocios.

En una encuesta de la VDMA (Federación Alemana de Ingeniería), tres de cada cuatro ingenieros mecánicos afirmaron que el atractivo de Alemania como emplazamiento empresarial había disminuido en los últimos años. Una evolución similar (75%) sólo se atribuye a Gran Bretaña. Sin embargo, China también ha perdido parte de su atractivo, con más de uno de cada dos ingenieros mecánicos (55%) de esta opinión.

El director del Instituto Ifo de Múnich, Clemens Fuest, declaró a "Spiegel Online" que, en el peor de los casos, "Alemania podría estancarse durante años". Según "Spiegel", Stefan Kooths, director del Instituto de Investigación Económica de Kiel (IfW), también teme una debilidad sostenida del crecimiento. Las principales razones son el envejecimiento de la sociedad y la consiguiente escasez de mano de obra.

Sólo el 20% de los 667 participantes en la encuesta de la VDMA califican de buenas o muy buenas las actuales condiciones marco en Alemania. El 74% de los encuestados calificó las condiciones como buenas o muy buenas.

"Con la Ley de Reducción de la Inflación, el Gobierno estadounidense ha puesto en marcha un programa del que la industria se beneficiará enormemente en los próximos años", explicó el Presidente de la VDMA, Karl Haeusgen. El programa prevé inversiones de miles de millones de dólares para la protección del clima, pero vincula muchas subvenciones y créditos fiscales al hecho de que las empresas utilicen productos estadounidenses o produzcan ellas mismas en Estados Unidos.

"En Alemania echo de menos este espíritu de optimismo", afirmó Haeusgen. Demasiado a menudo, dijo, la atención se centra en nuevas normativas en lugar de confiar en el poder innovador del mercado y de las pequeñas y medianas empresas.

Según la encuesta, Europa es y sigue siendo el mercado más importante para la ingeniería mecánica y de instalaciones. Sin embargo, más inversiones que antes podrían ir al extranjero. Según el estudio, aproximadamente una de cada cinco empresas está estableciendo o ampliando su producción en EE.UU., y una de cada seis en India. Según el estudio, el tamaño del mercado, el crecimiento del mercado, la proximidad a los clientes y las ventajas de costes desempeñan un papel decisivo.

Según cálculos de IW, empresas extranjeras de países de la OCDE y de otros países como China y Brasil invirtieron el año pasado unos 10.500 millones de euros (2021: unos 44.100 millones de euros), entre otras cosas, en adquisiciones o nuevas empresas en Alemania. Esto contrasta con los 135.500 millones de euros de inversión directa (2021: unos 157.000 millones de euros) de las empresas alemanas en el extranjero.

"Las condiciones de inversión en Alemania se han deteriorado recientemente una vez más debido a los altos precios de la energía y a la creciente escasez de trabajadores cualificados", dijo el economista de IW Christian Rusche. Muchos de los problemas son de cosecha propia, como los elevados impuestos de sociedades, una burocracia galopante y unas infraestructuras en mal estado. "Para que Alemania vuelva a ser en el futuro el primer destino de las inversiones extranjeras, el Gobierno federal debe tomar urgentemente contramedidas".

El IW ve varias razones para esta evolución. La escasez de trabajadores cualificados supone una enorme carga para las empresas. Paquetes de inversión como la Ley de Reducción de la Inflación de EE.UU. hicieron más atractivas las inversiones fuera de Alemania. Además, el modelo de exportación alemán ya no funciona tan bien como antes ante el creciente proteccionismo.

Tras el cierre de una planta de amoníaco en BASF, Michael Vassiliadis, presidente del sindicato IG BCE, teme el fin y la migración de más piezas de producción en la industria química alemana. "El riesgo de desindustrialización no es una quimera, sino un peligro real", declaró Vassiliadis a "Wirtschaftswoche". "Si perdemos las empresas intensivas en energía, la visión de un nuevo modelo empresarial ecológico en Alemania que otros países imiten se convertirá rápidamente en una farsa".

El Presidente de la Federación de Industrias Alemanas (BDI), Siegfried Russwurm, advirtió recientemente de que cada vez más empresas alemanas, hasta las pequeñas y medianas, estudian la posibilidad de trasladar fuera de Alemania partes de su creación de valor./mar/DP/stw