Las ventas orgánicas se dispararon un 28,3% en el segundo trimestre para ofrecer un crecimiento en el primer semestre del 16,2%, alcanzando unos ingresos de 3.870 millones de euros, un poco por encima de la estimación de consenso de 3.820 millones según los datos de Refinitiv IBES y de la cifra del primer semestre de 2019 de 3.840 millones de euros.

Los analistas de Jefferies dijeron que esas cifras superaron "ampliamente" sus previsiones, impulsadas por el crecimiento de las marcas Nivea, La Prairie y Derma.

Las acciones de Beiersdorf subían un 5,5% a las 0735 GMT, tras haber alcanzado su nivel más alto desde principios de 2020.

La firma con sede en Hamburgo dijo que espera que sus ventas del grupo en 2021 aumenten en un alto porcentaje de un solo dígito, habiendo dicho previamente que veía un crecimiento positivo de las ventas para 2021.

"Este es el impulso que queremos utilizar en el futuro", dijo el nuevo presidente ejecutivo de Beiersdorf, Vincent Warnery, en un comunicado.

Bajo su predecesor, Stefan de Loecker, Beiersdorf invirtió más en su negocio de consumo para reactivar el lento crecimiento de las ventas y compró a Bayer la marca estadounidense de cuidado solar Coppertone por 550 millones de dólares para reforzar su posición en Norteamérica.

El margen de Beiersdorf en el primer semestre sobre el EBIT (beneficio antes de intereses e impuestos) aumentó al 15,3% desde el 13,7%. Sin embargo, para el año completo, espera que el margen se mantenga plano en torno al nivel de 2020, del 12,9%, debido al aumento de los precios de los materiales y a las inversiones en digitalización e innovación.

El analista de Bernstein, Bruno Monteyne, advirtió que las orientaciones de Beiersdorf implican una ralentización de la recuperación en la segunda mitad del año junto con una "reducción todopoderosa" de la rentabilidad.