El principal gestor de activos del mundo, BlackRock, dijo que ofrecerá opciones de voto por delegación a los inversores minoristas estadounidenses de su mayor fondo cotizado en bolsa, ampliando una estrategia que podría mitigar las críticas sobre la forma en que la firma considera las cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG).

Un representante de BlackRock, con sede en Nueva York, dijo que planea anunciar el lunes que los inversores en su ETF iShares Core S&P 500 podrán elegir entre una gama de políticas para determinar cómo vota el fondo sus acciones en las reuniones anuales de las empresas.

Los inversores minoristas poseen aproximadamente la mitad de los activos del fondo, valorado en 305.000 millones de dólares. Los clientes del fondo podrán elegir entre los planes de voto de los asesores de voto Institutional Shareholder Services y Glass Lewis & Co, incluido uno que da prioridad a las consideraciones climáticas y una nueva oferta de ISS, dirigida a los conservadores, que favorece a los directivos de las empresas.

Los inversores no podrán especificar votos en elecciones de empresas concretas. Pero el programa previsto para la temporada de delegación de poderes de 2024 sigue marcando una expansión significativa de los esfuerzos de BlackRock por dar el control a los inversores, hasta la fecha destinados a los clientes institucionales.

Aunque muchos clientes confiarán en los votos que BlackRock seguirá emitiendo, "en consonancia con nuestro deber fiduciario como gestor de inversiones, otros quieren tener la opción de participar en la votación por delegación de forma más directa", dijo Joud Abdel Majeid, responsable global de Administración de Inversiones de BlackRock, en un comunicado.

Rivales como State Street y Vanguard tienen sus propios programas para delegar los derechos de voto por delegación. Con unos 20 billones de dólares en activos gestionados combinados, las tres empresas se han convertido en voces poderosas en los consejos de administración de las empresas.

Las tres se han negado a adoptar políticas como la desinversión en combustibles fósiles que buscan algunos activistas medioambientales. Pero siguen enfrentándose a las críticas de los políticos republicanos estadounidenses que han puesto sus votos bajo escrutinio, diciendo que pasos como su participación en los esfuerzos medioambientales de la industria pueden equivaler a colusión. (Reportaje de Ross Kerber; Edición de David Gregorio)