Texas ha liderado a los estados políticamente conservadores de EE.UU. en la restricción de que los fondos públicos hagan negocios con BlackRock, que a su vez ha sido líder entre las firmas de Wall Street en la adopción de principios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG).

El presidente del Fondo Escolar Permanente de Texas, Aaron Kinsey, afirmó en un comunicado publicado en X que la relación del fondo con BlackRock infringía la ley estatal contra la inversión con empresas acusadas de boicotear a las compañías energéticas.

"El liderazgo dominante y persistente de BlackRock en el movimiento ESG perjudica inconmensurablemente a la economía del petróleo y el gas de nuestro estado y a las propias empresas que generan ingresos para nuestro PSF... El PSF no se quedará de brazos cruzados mientras nuestro futuro financiero es atacado por Wall Street", dice el comunicado.

Un portavoz de BlackRock declaró: "BlackRock ayuda a millones de tejanos a invertir y ahorrar para la jubilación. En nombre de nuestros clientes, hemos invertido más de 300.000 millones de dólares en empresas, infraestructuras y municipios de Texas, incluidos 125.000 millones invertidos en el sector energético".

El portavoz citó una empresa conjunta de 550 millones de dólares con la firma de petróleo y gas Occidental Petroleum y un acto celebrado el mes pasado en el que el consejero delegado Larry Fink y un funcionario de Texas se comprometieron a trabajar juntos para invertir en la infraestructura energética del estado.