CENICERO, España 15 nov (Reuters) - Las botellas que Francisco Ibaibarriaga encargó a Francia para llenar en su pequeña bodega de Betolaza, en La Rioja, no van a llegar a tiempo para la Navidad.

"Queríamos sacar un vino para esta Navidad, una botella muy especial que viene de Francia, pero nos han dicho que es imposible, que hasta mayo no la van a fabricar. Que está todo agotadísimo y claro, no puedes hacer nada", afirma.

Entre los viñedos de la región vinícola española, que en el final del otoño se tiñen de un ardiente color naranja, los bodegueros trabajan tan rápido como pueden para llenar las botellas a tiempo para la temporada alta de vacaciones del próximo mes. Pero la tarea no parece fácil en el tercer país productor de vino del mundo.

"Para nosotros es fundamental la campaña de Navidad, donde se concentra una gran parte de nuestras ventas", afirma Santiago Frías, presidente de Bodegas Riojanas, frente a enormes estanterías de barricas de madera con vino envejecido. "Claro que eso supone que si no tenemos los materiales para poder abastecer, para poder vestir nuestras botellas, pues no vamos a poder abastecer a los clientes".

Con los restaurantes y bares de nuevo abiertos y preparándose para su primera gran temporada navideña desde el inicio de la pandemia, la demanda de vino se ha disparado. Pero, al igual que otros sectores económicos de todo el mundo, los productores se enfrentan al aumento de los precios y a la escasez de suministros. La inflación en España ha alcanzado el nivel más alto de los últimos 29 años. Y algunos suministros simplemente no están disponibles.

Fredi Torres, que tiene tres pequeñas bodegas en España, dijo que los precios habían subido un 10% para las botellas, un 12% para el cartón y un 100% para las cajas de madera. Como las botellas de vidrio son difíciles de conseguir en España, las encarga a Italia y a los Emiratos Árabes Unidos. Ha hecho pedidos con tres meses de antelación, en lugar del plazo habitual de un mes.

"Tenemos problemas para saber si lo tendremos a tiempo", dice Torres.

José Luis Benítez, director de la Federación Española del Vino, dijo que las interrupciones en la cadena de suministro deberían solucionarse por sí solas en los próximos meses, y que había suficientes botellas para garantizar que los españoles no se enfrentaran a una escasez de vino en Navidad. Pero las exportaciones se ven frenadas por la escasez de capacidad de transporte.

Habrá suficiente vino espumoso español para las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, dijo Damiá Deas, presidente del grupo empresarial AECAVA, que representa el 90% de los ingresos del sector del cava. Aunque este año podría ser menos rosado de lo habitual debido a la escasez del vidrio blanco utilizado para embotellar el rosado.

La asociación de productores de vidrio del país reconoció la escasez de botellas en algunas zonas, pero dijo que también espera que el pico de demanda se resuelva en su mayor parte a finales de año.

"El COVID lo que ha provocado es que se haya desajustado esta forma de trabajar, ahora se ha formado cola que necesita tiempo para poder reajustarse", dijo la secretaria general de la asociación, Karen Davies.

(Información de Vincent West en Cenicero y Joan Faus en Barcelona, información adicional de Graham Keeley y Miguel Gutiérrez, edición de Aislinn Laing y Peter Graff, traducido por José Muñoz en la redacción de Gdansk)