Carlsberg ha presentado los resultados consolidados no auditados del primer semestre que finalizó el 30 de junio de 2016. El beneficio neto aumentó un 25%, hasta 1.900 millones de coronas (288 millones de dólares o 255 millones), en comparación con 2015, a pesar de que los ingresos cayeron un 4%, hasta 31.240 millones de coronas, en el mismo periodo. Si se excluyen los intereses, los impuestos y las partidas extraordinarias, los beneficios cayeron un 3,6%, hasta los 3.450 millones de coronas. La empresa ha tenido que hacer frente a la caída de las ventas en Rusia, donde es el mayor fabricante de cerveza, así como al escaso crecimiento en Asia. El beneficio antes de impuestos fue de 3.151 millones de coronas, frente a los 2.530 millones de hace un año. El flujo de caja de las actividades de explotación fue de 5.293 millones de coronas, frente a los 3.844 millones de hace un año. El beneficio por acción fue de 12,2 coronas, frente a las 9,8 de hace un año. El beneficio por acción ajustado fue de 9,2 coronas, frente a las 11,4 de hace un año. La adquisición de activos fijos e inmateriales fue de 1.519 millones de coronas, frente a los 1.990 millones de hace un año. La deuda neta con intereses fue de 28.290 millones de coronas, frente a los 36.195 millones de hace un año. Con la satisfactoria ejecución de sus planes hasta el momento, la empresa mantiene sus perspectivas de crecimiento orgánico del beneficio operativo para todo el año. El grupo, que no ha revelado beneficios ni pérdidas trimestrales, mantiene su previsión anual de crecimiento orgánico del beneficio operativo en porcentajes de un solo dígito. La empresa espera ahora que el tipo impositivo efectivo para el año se sitúe en torno al 33%, frente al nivel previsto anteriormente del 28%. El aumento se debe principalmente a un gasto fiscal puntual. De cara al futuro, la empresa prevé un tipo impositivo efectivo ligeramente inferior al 30%.