Daye dijo en una presentación que obtuvo un beneficio neto de 306,4 millones de yuanes (46,8 millones de dólares) el año pasado, frente a los 146,7 millones de yuanes de 2019. Ese es su mejor resultado desde un beneficio de 723 millones de yuanes en 2003, muestran los datos de Refinitiv Eikon.

El salto se debió al aumento de los precios del cobre, el oro y la plata, así como a los beneficios financieros y fiscales que la empresa recibió para ayudarla a superar la pandemia, dijo Daye, que recortó las tasas de operación en febrero y marzo de 2020 y vio a algunos empleados dar positivo por COVID-19.

"El año 2020 fue extremadamente difícil y extraordinario", dijo Daye, señalando que tuvo que hacer frente a paradas de minas e inundaciones, así como a "la pandemia del siglo... y otros impactantes desafíos externos".

No obstante, la empresa cumplió su objetivo revisado de producir unas 510.000 toneladas de cátodos de cobre el año pasado, un 4,3% menos que en 2019, y pretende producir la misma cantidad en 2021.

Los ingresos cayeron un 10,4% a 29.400 millones de yuanes en 2020 debido a la ligera disminución de la producción, dijo Daye, incluso cuando los precios del cobre se recuperaron de un mínimo de cuatro años a raíz del brote del virus para anotar una ganancia anual de alrededor del 25%.

La compañía dijo que tiene la intención de acelerar la construcción de su nueva planta de fundición de cobre de 400.000 toneladas al año en Huangshi, sin proporcionar una fecha de lanzamiento. En agosto dijo que la planta entraría en producción en 2022.

Las perspectivas de beneficios para las fundiciones son ahora "sombrías", advirtió Daye, citando los bajos costes de tratamiento del concentrado de cobre importado, que están "muy por debajo del mínimo medio", en medio de una feroz competencia por la materia prima y un suministro inestable.

(1 dólar = 6,5478 yuanes chinos)