La Junta de Transporte de Superficie (STB) celebró en abril una audiencia pública entre clientes, testigos laborales y ferrocarriles, entre los que se encontraban BNSF, propiedad de Berkshire Hathaway, CSX Corp, Norfolk Southern y Union Pacific, sobre la caída del rendimiento del sector.

La orden original había seguido a esa audiencia, y en mayo el regulador ordenó a todos los transportistas ferroviarios de mercancías de clase I que presentaran planes de recuperación del servicio, facilitaran datos e informes periódicos de progreso sobre el servicio ferroviario y el empleo.

Las métricas de servicio de los operadores ferroviarios se han deteriorado a lo largo de los años después de que éstos recortaran sus plantillas al máximo en pos de un modelo de explotación ajustado, lo que ha provocado las quejas de los clientes.

"Los datos más recientes muestran que los Cuatro Transportistas están cumpliendo actualmente algunos de sus objetivos semestrales de mejora del servicio", dijo la STB en un comunicado, refiriéndose a BNSF, CSX, Norfolk Southern y Union Pacific.

No todos los operadores experimentan problemas de servicio similares, pero los problemas en un área pueden extenderse rápidamente por toda la red interconectada del sistema ferroviario estadounidense, afectando así a toda la red.