Desde hace varios años, los principales grupos de alimentos están jugando un juego muy reñido: hay perspectivas de crecimiento casi anémicas que se reducen en los mercados saturados, mientras que los llamados inversores activistas - como por ejemplo Dan Loeb en Nestlé, o Nelson Peltz en P&G - los han elegido como objetivo

Gráfico Danone

Estos últimos han decidido explotar los excepcionales ingresos recurrentes de los grupos mencionados para maximizar los rendimientos del capital para los accionistas -mediante dividendos o recompras masivas de acciones, como recientemente en Unilever- en paralelo con ambiciosos programas de reducción de costos.

Si bien pueden impulsar la capitalización del mercado a corto plazo y asegurar un rápido beneficio para los fondos de cobertura y sus clientes, este tipo de opciones estratégicas amparan el flujo de caja y, por extensión, las perspectivas de crecimiento a largo plazo de la empresa que deben encontrarse en el lado de la adquisición

Al igual que sus pares, Danone está caminando sobre hielo delgado - y bajo la estricta vigilancia de Corvex, un fondo de cobertura que entró en la capital en el verano de 2017 con una inversión de 400 millones de dólares

Al tiempo que aumenta sus pagos de dividendos -pagados en su mayor parte en acciones y no en efectivo, lo que sin duda provocará la frustración de algunos- el grupo francés ha adquirido la empresa estadounidense WhiteWave Foods -líder en productos lácteos orgánicos y derivados de la soja- por 12.500 millones de dólares

Tal posicionamiento le sienta perfectamente a Emmanuel Faber, el emblemático CEO de Danone y apóstol del capitalismo responsable. Faber es conocido por su perfil original en el mundo, por lo demás bastante tranquilo, de las juntas directivas de los grandes grupos de alimentos

Danone fue, por cierto, notablemente apoyado por los mercados de crédito para ejecutar esta adquisición transatlántica que fue financiada en su totalidad por una suscripción de bonos muy asequible - el gasto de interés anual de la rebanada europea es inferior al 1% - con un largo vencimiento

Bajo el efecto combinado de un control de costos decente y una integración aparentemente exitosa de WhiteWave, el EBITDA del grupo francés aumenta en casi mil millones de euros entre 2016 y 2017 (de 3,7 a 4,7 mil millones), para un volumen de negocios de alrededor de 25 mil millones de euros (22 mil millones en 2016)

Esta tendencia alentadora se ve a priori reforzada por un excelente primer semestre para 2018, con un EBITDA que alcanza los 2.900 millones de euros, casi 900 millones más que el año pasado durante el mismo período

En este contexto, Corvex presionará sin duda a la dirección para obtener un aumento de los dividendos, esta vez en efectivo duro y frío. Esta evolución sería probablemente muy bien recibida por el mercado, más aún en el contexto actual de los tipos de interés

La adquisición de WhiteWave -un grupo con un volumen de negocios siete veces menor que el de Danone- valoró a la empresa estadounidense en unas 23 veces su EBITDA. En una escala por lo demás superior, la temeraria propuesta de Kraft Heinz -apoyada por los brasileños de 3G Capital y Warren Buffet- de adquirir Unilever por 143.000 millones de dólares valoró al grupo anglo-holandés en 15 veces su EBITDA, un múltiplo que se ajusta más a las normas actuales de la industria alimentaria

Estas referencias nos permiten comparar la valoración actual de Danone. A 68 euros por acción y sobre una base diluida de 647 millones de acciones, con 16.000 millones de obligaciones financieras a largo plazo, el valor de la empresa alcanza los 60.000 millones de euros. Esto es casi 13 veces su EBITDA para 2017 y, si la tendencia positiva continúa, alrededor de 10 u 11 veces su EBITDA previsto para 2018

Esta valoración razonable a priori podría convertir al grupo francés en un objetivo ideal de adquisición, siempre que el gobierno -ya acalorado por el asunto Alstom- dé su consentimiento. En 2005, este último ya bloqueó los caprichos de PepsiCo, ya que Danone era considerada en ese momento como una empresa estratégica

Sobre una base menos especulativa, el grupo negocia a unas 30 veces su beneficio después de impuestos para 2017, y 24 veces sus beneficios previstos por los analistas para 2019. Aunque esta valoración muestra cierto optimismo, podría tener dificultades para satisfacer a los inversores más exigentes de la empresa

Estos últimos podrían, en efecto, elegir otras grandes capitalizaciones de calidad similar pero con una valoración más baja -como Publicis o Sanofi- que Danone, a pesar de que los pagos de dividendos de Danone son más elevados

Traducido del artículo original