Algunos analistas también esperan que la aerolínea con sede en Atlanta ofrezca más detalles de su plan para hacer crecer sus negocios de tarjetas de crédito de fidelización y de mantenimiento y reparación de aviones.

La compañía ha previsto un beneficio ajustado de entre 5 y 6 dólares por acción para 2023. Pero ante la ausencia de una disminución de la demanda de viajes, sobre todo al extranjero, y la moderación de los costes del combustible, los analistas han revisado al alza las estimaciones de beneficios de Delta.

Savanthi Syth, analista de aerolíneas de Raymond James, espera que eleve la previsión de beneficios para todo el año en al menos 50 céntimos por acción.

Del mismo modo, Daniel McKenzie, analista de Seaport Research Partners, espera ahora que la compañía gane 6,25 dólares por acción este año, lo que supone un aumento del 12% respecto a su estimación anterior.

Aunque la subida de los tipos de interés, la elevada inflación y la creciente pérdida de empleos han ralentizado partes de la economía estadounidense, la demanda de viajes reprimida, así como la limitada capacidad de las aerolíneas debido a la escasez de aviones y de mano de obra, han apuntalado la venta de billetes.

"Los impedimentos estructurales a la capacidad del sector y la resistencia de la demanda apuntan a una mejora de los ingresos este año", afirmó McKenzie.

Impulsando las perspectivas, los costes del combustible para aviones en Norteamérica han bajado cerca de un 30% respecto a hace un año.

En una señal de creciente confianza en su capacidad para generar flujo de caja libre, Delta restableció este mes su dividendo trimestral, suspendido en marzo de 2020 durante la pandemia de COVID-19.

La compañía ha previsto un flujo de caja libre de más de 2.000 millones de dólares este año.

El analista de Citi Stephen Trent espera que la actualización de las previsiones de beneficios de Delta sea un catalizador de las fuertes ganancias de sus acciones en los próximos 30 días. Las acciones de la aerolínea han subido cerca de un 31% este año.