La FSA advirtió de un mayor riesgo de inestabilidad financiera, citando el alto endeudamiento de los hogares y los elevados precios de la propiedad como vulnerabilidades clave del sistema financiero noruego.

"Finanstilsynet espera que la planificación del capital de los bancos noruegos tenga en cuenta las pérdidas que podrían surgir en un escenario de estanflación con una fuerte subida de los tipos de interés, un aumento del desempleo y un desplome del mercado inmobiliario", declaró en un comunicado el director general de la FSA, Morten Baltzersen.

Tras un largo periodo de aumento sustancial de los precios de las propiedades tanto residenciales como comerciales, ahora existe un mayor riesgo de una caída brusca en estos mercados, lo que supone un mayor riesgo crediticio para los bancos, señaló el regulador.

"Las empresas inmobiliarias comerciales también tienen grandes volúmenes de deuda que vencen en los próximos años, lo que conlleva un riesgo de refinanciación considerable", dijo Baltzersen.

Aunque los bancos noruegos cumplen los requisitos reglamentarios de capital y han tenido elevados beneficios en los dos últimos años, la prueba de resistencia actualizada del regulador muestra que los bancos pueden sufrir pérdidas sustanciales y verse obligados a recurrir a su capital, añadió la FSA.