Las dos empresas planean construir nuevas centrales eléctricas en Alemania que se alimentarán inicialmente con gas natural y posteriormente con hidrógeno fabricado en Noruega a partir de gas natural en instalaciones de producción construidas conjuntamente.

Las inversiones conjuntas están supeditadas a un gasoducto de hidrógeno -que están estudiando Equinor, el operador noruego del sistema de gas Gassco y otros socios- cuyo objetivo es conectar Noruega y Alemania.

Las empresas no dieron detalles sobre sus compromisos de inversión como parte de la asociación. RWE, el principal productor de energía de Alemania, dijo que la asociación abarcaría inversiones por valor de varios miles de millones de euros.

"Pero es demasiado pronto para entrar en detalles. En primer lugar, hay que construir la infraestructura y establecer un marco político adecuado", dijo la empresa.

La asociación refleja los esfuerzos de Alemania por diversificarse y alejarse del gas ruso, cuyo suministro se ha interrumpido a raíz de la guerra de Ucrania, algo que ha resultado difícil ya que las naciones productoras de gas tienen un margen limitado para aumentar la producción.

Durante una visita a Noruega del canciller alemán, Olaf Scholz, el pasado agosto, destinada a extraer más compromisos del que es ahora el mayor proveedor de gas de Alemania, el primer ministro noruego, Jonas Gahr Stoere, declaró que las entregas del país estaban al máximo.

El llamado hidrógeno "azul" fabricado a partir de gas será sometido a un proceso de captura y almacenamiento de carbono, con lo que se enterrará más del 95% de las emisiones asociadas, afirmaron Equinor y RWE en una declaración conjunta.

A más largo plazo, las empresas aspiran a producir hidrógeno "verde" a partir de fuentes renovables, como las turbinas eólicas marinas, reduciendo así aún más las emisiones.

"Es urgente impulsar rápidamente la economía del hidrógeno", declaró en el comunicado Markus Krebber, consejero delegado de RWE.

"El hidrógeno azul en grandes cantidades puede dar el pistoletazo de salida, con su posterior conversión en suministro de hidrógeno verde", añadió.

Desde el año pasado, Noruega ha superado a Rusia como mayor proveedor de gas de Europa, siendo Equinor, controlada por el Estado, el principal exportador, después de que la rusa Gazprom cortara gran parte del gas del que antes dependía Europa.

Alemania está planeando múltiples proyectos de importación de hidrógeno, y varias de las nuevas terminales de importación de gas natural licuado (GNL) del país también se están preparando para recibir hidrógeno en una fase posterior.