Los mercados checos se vieron sacudidos el miércoles por la noticia de que el gobierno podría ampliar su propuesta de impuesto sobre los beneficios excesivos para incluir las ganancias de 2022, antes que los planes existentes que sólo se aplican a 2023-2025.

La posible ampliación de la aplicación del impuesto -que se está poniendo en marcha para financiar las medidas gubernamentales destinadas a aliviar el impacto de la crisis energética europea- sacudió a los inversores e hizo que las acciones del productor de electricidad CEZ cayeran más de un 5% y las de los bancos más de un 3%.

La caída se produjo después de que la ministra de Trabajo, Marian Jurecka, dijera a los medios de comunicación antes de una reunión del gobierno el miércoles que los líderes de la coalición habían acordado que el impuesto podría aplicarse en 2022.

En un principio, el gobierno se había preocupado de aplicar el gravamen de forma retrospectiva, temiendo que se produjeran impugnaciones judiciales.

Stanjura dijo a los periodistas después de la reunión del gobierno que el gabinete aún se inclinaba por poner en marcha el impuesto sobre las ganancias extraordinarias para 2023, calmando un poco a los mercados.

"Nos inclinamos por la opción del primero de enero de 2023", dijo Stanjura, añadiendo que estaba observando cómo otros en la Unión Europea aplicarían los impuestos inesperados.

"Puede ser conservador, pero es más seguro que entre en vigor a partir del primero de enero de 2023, aun sabiendo que algunos estados pueden hacerlo de forma diferente".

Una fuente gubernamental había dicho anteriormente que todavía se estaban estudiando las implicaciones legales del impuesto.

Los comentarios de Jurecka sobre el impuesto se produjeron después de que los líderes de los cinco partidos de la coalición gobernante se reunieran el martes por la noche.

"En principio, creo que es posible aplicarlo hasta 2022", dijo Jurecka, que encabeza el partido menor, los Demócratas Cristianos, en comentarios transmitidos por la televisión checa el miércoles.

Otra funcionaria, Olga Richterova, portavoz parlamentaria adjunta del Partido Pirata, también había dicho en Twitter a última hora de la noche del martes que el partido había "conseguido" impulsar la ampliación del impuesto sobre las ganancias extraordinarias para incluir los ingresos de 2022.

Ambos funcionarios dijeron que la forma final se estaba negociando.

El Ministerio de Finanzas ha propuesto un impuesto a partir del próximo año del 60% de los beneficios que superen el 120% de la media de los últimos cuatro años en las grandes empresas de energía, banca, petroquímica y combustibles.

Quiere recaudar 3.400 millones de dólares sólo en 2023.

El impuesto sobre las ganancias inesperadas debería imponerse a los bancos con más de 6.000 millones de coronas (240 millones de dólares) de ingresos netos por intereses en 2021.

Al igual que otros países de la Unión Europea, el gobierno checo pretende proteger a los hogares y a las empresas de los elevados precios de la energía derivados de las interrupciones en el suministro y de la volatilidad del mercado causada principalmente por la invasión de Rusia en Ucrania. Un impuesto extraordinario ayudaría a cubrir las medidas de protección, como la limitación de los precios de la electricidad.

(1 dólar = 25,0000 coronas checas)