Las acciones de Fisker se desplomaron casi un 40% el viernes después de que la startup de vehículos eléctricos señalara riesgos de insolvencia, diciendo que reduciría su plantilla en un 15% y pausaría las inversiones en futuros proyectos hasta que asegure una asociación con un fabricante.

La empresa advirtió de un "año difícil" por delante, la última señal del creciente dolor en el sector de los vehículos eléctricos tras las débiles previsiones de producción de Rivian y Lucid.

Fisker, cuyas acciones bajaban un 38,9% a 44 céntimos en las operaciones previas a la comercialización, ha recibido un aviso de la Bolsa de Nueva York de que no cumplía una norma de cotización.

Los elevados tipos de interés, la ansiedad por la autonomía durante la conducción y los elevados costes de reparación están haciendo que los consumidores se replanteen la compra de VE y opten en su lugar por los híbridos.

Fisker espera fabricar entre 20.000 y 22.000 vehículos Ocean en 2024, por debajo de las estimaciones de 35.600, según Visible Alpha.

La compañía cerró 2023 con un efectivo y equivalentes de efectivo de 325,5 millones de dólares, por debajo de los 527,4 millones de dólares del 30 de septiembre, después de que su pérdida neta se duplicara con creces en el cuarto trimestre hasta los 462,6 millones de dólares.

Fisker también dijo que necesita más efectivo en los próximos 12 meses, a pesar de una inyección de efectivo "superior a la habitual" en la primera mitad de 2024 por el retraso en las entregas de sus SUV Ocean, que se retrasaron por problemas logísticos.

La empresa está tratando de pivotar hacia un modelo de concesionario-socio desde un modelo directo al cliente, en un cambio respecto a la estrategia seguida por sus homólogos de VE.

"Es probable que la supervivencia de Fisker dependa de su capacidad para ejecutar un acuerdo", afirmó Jeffrey Osborne, analista de TD Cowen.

El consejero delegado Henrik Fisker dijo que la empresa no tenía previsto iniciar "gastos externos" en sus futuros proyectos, la camioneta Alaska y el coche compacto PEAR, a menos que consiga otro socio fabricante.

"Fisker está en negociaciones con un gran fabricante de automóviles para una posible transacción que podría incluir una inversión en Fisker, el desarrollo conjunto de una o más plataformas de vehículos eléctricos y la fabricación en Norteamérica", añadió.