Tsingshan, uno de los mayores productores de níquel y acero inoxidable del mundo, comenzó a construir una posición corta -una apuesta a que los precios caerán- en el mercado del níquel el año pasado.

La invasión de Ucrania por parte de Moscú y las medidas de Occidente para sancionar a Rusia, uno de los principales proveedores, han electrificado un mercado del níquel ya alcista. Los precios se duplicaron hasta alcanzar un récord por encima de los 100.000 dólares por tonelada en cuestión de horas el martes, lo que llevó a la Bolsa de Metales de Londres (LME) a interrumpir su comercialización. En lo que va de año ha subido casi un 400%.

Los movimientos de los precios exacerbaron la presión sobre los titulares de grandes posiciones cortas, que ya se enfrentan a la necesidad de depositar fondos adicionales en los corredores, una práctica conocida en los mercados financieros como llamadas de margen.

Tsingshan, una empresa privada, y otros "cortos" se enfrentaron a mayores llamadas de margen en sus apuestas cortas después de que la LME elevara la cantidad de dinero que las empresas tenían que depositar en ella para cubrir su exposición a la caída de los precios del níquel, dijeron las tres fuentes.

Tsingshan y la LME declinaron hacer comentarios.

Una de las fuentes dijo que las apuestas de Tsingshan por la bajada de los precios del níquel habían ascendido a unas 300.000 toneladas a un precio medio de entre 18.000 y 19.000 dólares la tonelada. Los precios del metal, utilizado en el acero inoxidable y en las baterías de los vehículos eléctricos, estuvieron por última vez en ese rango en diciembre.

Reuters no pudo determinar la magnitud de la posición corta de Tsingshan en la actualidad, después de haber recortado su exposición.

La LME anunció el viernes que elevaba los requisitos de margen para los contratos de níquel en un 12,5%, hasta 2.250 dólares la tonelada. El recargo entrará en vigor al cierre del martes.

A 2.250 dólares la tonelada, el capital necesario para 300.000 toneladas de níquel sería de 675 millones de dólares, según los cálculos de Reuters.

A última hora del lunes, la LME también permitió a los comerciantes aplazar las obligaciones de entrega en todos sus contratos principales -incluido el níquel-, una medida inusual que subraya la presión que ejercen sobre las materias primas en general las medidas para aislar económicamente a Rusia.

Los precios del petróleo, el gas, el trigo y una serie de metales, como el aluminio y el paladio, se han disparado desde la invasión, aumentando los costes para las empresas y los consumidores y amenazando la incipiente recuperación de la pandemia de coronavirus.

Si los precios del níquel se mantienen elevados podría complicar la transición energética, ya que las baterías de los vehículos eléctricos costarán más de producir.