Intesa prevé un beneficio neto de 7.000 millones de euros (7.700 millones de dólares) este año, después de decir en febrero que superaría el resultado del año pasado de 5.500 millones.

La mejora se produce después de que otro peso pesado, UniCredit, elevara el miércoles su objetivo de beneficios para 2023 en más de una quinta parte.

El beneficio neto del primer trimestre fue de 1.960 millones de euros, muy por encima del consenso de analistas recogido por Reuters de 1.540 millones de euros. (1 dólar = 0,9069 euros)