La Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo buscará el próximo mes el apoyo de los legisladores de la UE para las enmiendas que le permitirán iniciar las negociaciones con los países de la UE sobre los detalles finales del proyecto de Ley de Datos de la Comisión Europea.

El proyecto de ley establece derechos y obligaciones sobre el uso de los datos de consumidores y empresas de la UE generados en aparatos inteligentes, maquinaria y productos de consumo, como parte de una serie de normas destinadas a frenar el poder de los gigantes tecnológicos estadounidenses.

La preocupación de la UE por las transferencias de datos ha aumentado desde que el ex contratista de inteligencia estadounidense Edward Snowden revelara en 2013 la vigilancia masiva de Estados Unidos.

"La Ley de Datos supondrá un cambio de juego absoluto al proporcionar acceso a una cantidad casi infinita de datos industriales de alta calidad", declaró la legisladora Pilar del Castillo Vera, que dirige la legislación en la asamblea.

La comisión introdujo salvaguardas contra la transferencia ilegal de datos a nivel internacional por parte de los proveedores de servicios en la nube y estableció condiciones más estrictas para las solicitudes de datos entre empresas y gobiernos.

La asociación de comercio tecnológico ITI afirmó que los legisladores podrían estar yendo demasiado lejos con disposiciones que restringen las transferencias de datos no personales que superan las establecidas en las normas de privacidad de la UE para los datos personales.

"Está claro que esto no está justificado por el nivel de riesgo que plantean los datos no personales", afirmó el director general de ITI para Europa, Guido Lobrano.

"Los flujos de datos son la columna vertebral de la economía digital y permiten a las empresas llegar a los consumidores y acceder a nuevos mercados. La Ley de Datos no debe crear nuevas restricciones a los flujos de datos que perjudiquen a la economía europea", afirmó.

La agrupación paneuropea de consumidores BEUC dio un espaldarazo.

"El avance realmente positivo es la prohibición firme del uso de patrones oscuros tanto por parte de los titulares de los datos como de terceros. Esto evitará, por ejemplo, que se engañe a los consumidores para que den su consentimiento a un tratamiento de datos no deseado", declaró su responsable de política digital, Maryant Fernández Pérez.