Sus acciones, que tocaron mínimos históricos el lunes, se habían recuperado un 3,4% hasta los 19,23 euros a las 0711 GMT.

"La presión competitiva, nuestra escala relativa y la penetración general del mercado de reparto de comida a domicilio en Rumanía han sido insuficientes para mantener un negocio saludable", dijo Takeaway en un comunicado.

"El cierre de este mercado nos permite concentrarnos en posiciones sostenibles rentables y líderes en el mercado".

Takeaway, que registró unas pérdidas de más de 1.000 millones de euros en 2021, abandonó los mercados portugués y noruego en marzo.

La decisión de abandonar Rumanía se produce tras una díscola junta general anual celebrada la semana pasada en la que el accionista Cat Rock, que posee el 6,88% de las acciones, frente al 7,13% del fundador Jitse Groen, instó a la empresa a desprenderse de activos no estratégicos de forma más agresiva.

Groen dijo en abril que estaba en conversaciones para vender el brazo estadounidense Grubhub, que Takeaway compró por 7.300 millones de euros en junio de 2021.

Sin embargo, en la reunión, el fundador de Cat Rock, Alex Captain, argumentó que Groen debería ir más allá y vender otras operaciones no europeas -en Canadá, Australia e Israel- independientemente de su rentabilidad, para mantener el enfoque estratégico en Europa.

Takeaway ocupa la mayoría de los primeros puestos en Europa, pero se enfrenta a la competencia de empresas como Uber Eats, Deliveroo, Doordash y Delivery Hero.