Los fabricantes de bienes de consumo y los minoristas que invierten en productos fabricados de forma sostenible tras años de protestas de los compradores, afirman que se enfrentan a una ardua lucha para convencer a la gente de que cambie cuando esos productos cuestan más o tienen un aspecto inferior.

Accionistas, consumidores y reguladores han presionado a las empresas -desde Kimberly-Clark y Nestlé hasta Walmart- para que inviertan miles de millones de dólares en cadenas de suministro más sostenibles para fabricar productos menos perjudiciales para el medio ambiente.

Pero a la hora de la verdad, las empresas se encuentran a veces con que los consumidores no les compran.

"Existe una brecha entre lo que la gente dice que quiere y lo que realmente hace en el punto de compra; esto supone una dificultad para nosotros", declaró el jueves Oriol Margo, responsable de transformación de la sostenibilidad en EMEA de Kimberly-Clark, en la conferencia Reuters IMPACT celebrada en Londres.

"Da la sensación de que nuestros consumidores piden sostenibilidad, pero no quieren comprometer el precio ni la calidad".

Kimberly-Clark, que fabrica los pañuelos Kleenex y los pañales Huggies, ha intentado en los últimos años utilizar más fibras recicladas en sus productos, pero los compradores a veces las consideran de menor calidad.

A finales de 2022, Kimberly-Clark ha reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero de Alcance 1 y 2 en un 42% y las emisiones de Alcance 3 en un 10,8% a nivel mundial en comparación con 2015. Ha revisado su cadena de suministro para que cerca del 90% de su fibra de papel tisú proceda de fuentes "preferentes desde el punto de vista medioambiental", según afirma en un informe de sostenibilidad.

El Alcance 1 se refiere a las emisiones directas de una empresa, el Alcance 2 a las emisiones indirectas procedentes de la energía adquirida, mientras que el Alcance 3 se refiere a todas las demás emisiones indirectas, por ejemplo las procedentes de los proveedores externos de una empresa.

Un estudio conjunto de la consultora McKinsey y la empresa de datos NielsenIQ realizado a principios de este año reveló que el 78% de los consumidores estadounidenses afirman que un estilo de vida sostenible es importante para ellos.

"Sin embargo, muchos ejecutivos de CPG (bienes de consumo envasados) informan de que un reto para las iniciativas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) de sus empresas es la incapacidad de generar una demanda suficiente de estos productos por parte de los consumidores", añadía el estudio.

"En última instancia, es una cuestión de comunicación. Muchos consumidores no se dan cuenta de cuáles pueden ser las consecuencias", declaró en la conferencia Frans Muller, consejero delegado de Ahold Delhaize.

Ahold es propietaria de 19 marcas minoristas, entre ellas Albert Heijn en los Países Bajos y Stop & Shop en Estados Unidos.

"Seguiremos nuestro propio curso como empresa, pero tenemos que comunicar ."

Para ver la retransmisión en directo del Road to COP Stage vaya a la página de noticias de Reuters IMPACT: