En un sector europeo de bienes de lujo dominado por los conglomerados franceses LVMH y Kering, las empresas italianas -la mayoría de ellas de propiedad y gestión familiar- están sometidas a la presión de los inversores para que se consoliden en grupos más grandes, y la marca de moda Moncler suele ser vista por los analistas como un posible objetivo.

"No veo la consolidación en Italia", dijo el director general de Moncler, Remo Ruffini, en una conferencia online sobre moda organizada por la editorial RCS.

"En Italia todo el mundo quiere mantener la mayoría, y lo entiendo, la mayoría de las empresas tienen una larga historia, de cuatro, cinco generaciones y es difícil dejarla ir", añadió. "Es algo cultural".

Sin embargo, Ruffini aseguró que "no le molestan las participaciones" y que prefiere centrarse en la rentabilidad de su empresa.

"Quiero crear un grupo fuerte con una fuerte rentabilidad y estoy abierto a cualquier solución que siga esta lógica", añadió, sin dar más detalles.