Mercedes-Benz anunció el miércoles que probará una batería de 11 megavatios hora (MWh) en su fábrica de automóviles de Rastatt (Alemania) a partir de 2025 para ayudar a salvar la brecha entre las oscilaciones de la producción de energía renovable y sus necesidades de fabricación.

"La integración del almacenamiento de energía en nuestro sistema de producción, que se alimenta cada vez más de energías renovables, es un factor importante", dijo el jefe de producción Joerg Burzer en una hoja informativa obtenida por Reuters.

Rastatt produce energía fotovoltaica in situ y tiene previsto ampliar su capacidad este verano para contribuir a reducir las emisiones de CO2.

El aprovechamiento de las energías renovables variables plantea retos técnicos cuando los patrones meteorológicos frenan el suministro o lo proporcionan en grandes rachas.

Para hacer frente a los problemas de reserva, Mercedes-Benz utiliza acumuladores de iones de litio de arranque rápido en su planta de Sindelfingen, tomando prestado el tipo de batería de su producción masiva de vehículos eléctricos.

Pero en Rastatt quiere probar un enfoque diferente.

Se ha asociado con la empresa de tecnologías limpias CMBlu Energy, que le suministrará lo que denomina una Batería Orgánica de Flujo Sólido.

Se trata de un tipo de batería que permite funcionar durante largos periodos de tiempo y, por tanto, es adecuada para suavizar los flujos de energía.

En la jerga de las baterías, combina las tecnologías de flujo redox y de estado sólido.

La capacidad energética de los 11 MWh corresponde a más de 150 SUV compactos eléctricos EQA y se ampliará si el proyecto piloto funciona bien.

CMBlu Energy afirma que sus baterías mejoran la fiabilidad y reducen los costes por MWh, mientras que el mayor espacio necesario para ellas está disponible en las plantas industriales.

CMBlu afirma que sus productos se fabrican a partir de material orgánico reciclado y no requieren materias primas críticas.

A los fabricantes de coches eléctricos les preocupa la sostenibilidad de insumos como las tierras raras, el cobalto o el níquel.

Como parte de su impulso ecológico, Mercedes-Benz también ha suscrito acuerdos de compra a largo plazo de energía solar y eólica terrestre y marina por una capacidad equivalente a la mitad de su demanda alemana de electricidad, para asegurarse unos precios previsibles. (Reportaje de Vera Eckert, edición de Sharon Singleton)