La oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos (USTR) dijo el martes que se oponía al plan de Canadá de promulgar un impuesto sobre los servicios digitales (DST) e instó a este país a abandonar sus planes de adoptar tal medida.

"Estados Unidos insta a Canadá a abandonar cualquier plan para una medida unilateral y, en su lugar, a redoblar su compromiso con la rápida aplicación del primer pilar del acuerdo del 8 de octubre entre la OCDE y el G20 y la negociación de un convenio multilateral", dijo la oficina del USTR en un comunicado.

La USTR también planteó su preocupación por las medidas que, según dijo, singularizan a las empresas estadounidenses para su imposición, mientras que excluyen a las empresas nacionales que se dedican a líneas de negocio similares.

"En caso de que Canadá adopte un DST, la USTR examinaría todas las opciones, incluso en el marco de nuestros acuerdos comerciales y de las leyes nacionales", añadió el comunicado de la USTR.

El gobierno canadiense dijo que había propuesto el DST para proteger los intereses canadienses y que seguía en estrecho contacto con Estados Unidos sobre la cuestión.

"Tenemos la sincera esperanza de que la oportuna aplicación del nuevo sistema internacional haga innecesario este Impuesto sobre los Servicios Digitales", dijo un representante de la oficina del viceprimer ministro de Canadá.

En octubre, Estados Unidos retiró su amenaza de imponer aranceles a cinco países europeos por sus impuestos sobre los servicios digitales, como parte de un acuerdo para gestionar la transición a un nuevo régimen fiscal mundial para las grandes empresas altamente rentables, como Google y Facebook de Alphabet Inc. Pero sigue en desacuerdo con Canadá sobre el tema.

El mes pasado, la representante comercial adjunta de Estados Unidos, Jayme White, expresó la preocupación de Washington por el impuesto a los servicios digitales propuesto por Canadá en conversaciones con el viceministro de Comercio canadiense, David Morrison.

Canadá dio a conocer la medida propuesta en abril, diciendo que se mantendría en vigor hasta que las principales naciones llegaran a un enfoque coordinado sobre la imposición de las grandes empresas digitales.

Desde entonces, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ha acordado un enfoque común para garantizar que dichas empresas paguen su parte de impuestos, pero aún no se ha puesto en marcha un tratado para aplicarlo.