Las plataformas de medios sociales, incluyendo Twitter y Facebook, fueron acusadas de permitir a los extremistas organizar el asedio del 6 de enero de 2021, cuando los partidarios del entonces presidente republicano Donald Trump asaltaron el Capitolio para impedir que el Congreso certificara la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales.

Twitter dijo que "convocó a un grupo de trabajo interfuncional" compuesto por miembros de sus equipos de integridad del sitio y de confianza y seguridad, que es específico para el aniversario del ataque al Capitolio y que vigilará riesgos como tuits y cuentas que inciten a la violencia. La empresa no dijo cuántas personas formaban parte del equipo de vigilancia.

La compañía dijo que el esfuerzo amplía su trabajo de supervisión de la plataforma en torno a los grandes acontecimientos mundiales, y añadió que seguirá vigilando los trending topics y los resultados de las búsquedas en busca de contenidos perjudiciales.

Un portavoz de Meta Platforms Inc, la empresa anteriormente conocida como Facebook, dijo en un comunicado el miércoles: "Seguimos vigilando activamente las amenazas en nuestra plataforma y responderemos en consecuencia".

Un portavoz de YouTube, que es propiedad de Google, dijo el miércoles que la plataforma de vídeo en línea había eliminado decenas de miles de vídeos por violar sus políticas relacionadas con las elecciones en Estados Unidos durante el año pasado, y dijo que seguía vigilando de cerca la desinformación electoral en el sitio.

En marzo, los directores ejecutivos de Twitter, Google y Facebook, testificaron en una audiencia ante el Congreso y los legisladores estadounidenses les preguntaron si sus plataformas tenían alguna responsabilidad en los disturbios.

El entonces director ejecutivo de Twitter, Jack Dorsey, fue el único ejecutivo que respondió "sí", pero dijo que había que tener en cuenta el "ecosistema más amplio".

Días después de los disturbios en el Capitolio, Twitter anunció la suspensión permanente de la cuenta de Trump, citando "el riesgo de una mayor incitación a la violencia".

"Nuestro enfoque, tanto antes como después del 6 de enero, ha sido tomar fuertes medidas de aplicación contra las cuentas y los tuits que incitan a la violencia o tienen el potencial de conducir a un daño fuera de línea", dijo un portavoz de Twitter en un comunicado el martes.

La compañía añadió que, a lo largo del año pasado, ha suspendido permanentemente miles de cuentas por violar sus políticas contra la actividad dañina coordinada.