Altamente expuesto a Rusia, la posición actual del gigante minorista parece difícil de mantener.
El mercado ruso sigue siendo el más rentable de sus cuatro segmentos operativos, a pesar de que sólo representa el 7% de las ventas. Suprimir este activo afectaría sin duda a los beneficios consolidados.
Las malas lenguas dirán que el accionista de referencia de Metro -el multimillonario checo Daniel Kretinsky, sospechoso desde hace tiempo de mantener relaciones turbulentas con el Kremlin- protege en cierta medida su presencia en el país.
Tal vez, pero más allá de estas aventuradas especulaciones, el asunto pinta mal desde todos los puntos de vista. Metro ha sido señalada públicamente por Ucrania como uno de los "patrocinadores de la invasión".
Esto no ha impedido a la dirección presentar una hoja de ruta muy ambiciosa: pretende alcanzar al menos 40.000 millones de euros en ventas y 2.000 millones en beneficios de explotación antes de depreciación y amortización -o EBITDA- para 2030.
Estas proyecciones implican una tasa media de crecimiento anual de al menos el 5%, y la capacidad de alcanzar un margen de explotación nunca antes logrado por Metro. Evidentemente, alcanzar estos objetivos no será fácil, sobre todo si las cosas van mal en Rusia.
En los últimos cinco años, las ventas sólo han crecido a un ritmo medio anual del 2,7%, mientras que los márgenes de explotación han tendido a caer. El año pasado, la caída del rublo costó al grupo casi 400 millones de euros, además de hundir sus cuentas consolidadas en números rojos.
A todo ello se añade un historial de gobierno corporativo opaco. Recientemente, el nombramiento en el Consejo de Administración de Edgar Ersnst -jefe del Financial Reporting Enforcement Panel, la autoridad alemana encargada de velar por la integridad de las cuentas de las empresas- provocó cierto crujir de dientes.
Metro AG, anteriormente Metro Wholesale & Food Specialist AG, es un grupo empresarial internacional de venta al por mayor y servicios de alimentación con sede en Alemania y especialista en alimentación con una base de clientes en venta al por mayor en aproximadamente 35 países de Europa y Asia. La actividad de la empresa se desarrolla en dos segmentos operativos: el segmento mayorista de METRO y el segmento real. La Compañía opera también como minorista en el segmento de hipermercados del mercado minorista alemán de comestibles. La Compañía opera internacionalmente bajo las marcas METRO y Real. La Compañía opera aproximadamente 751 almacenes en 25 países y aproximadamente 79 depósitos de entrega. La Compañía también proporciona distribución de foodservice a través del grupo Classic Fine Foods, el grupo Rungis Express y el grupo Pro a Pro.