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En su testamento, Berlusconi, que falleció a los 86 años en junio, cedió a Marina y Pier Silvio, vástagos de su primer matrimonio, el control conjunto de su imperio mediático y financiero en manos del holding familiar Fininvest.
Según su pacto, Marina y Pier Silvio, propietarios cada uno de una participación indirecta del 26% en Fininvest, acordaron consultarse al menos cinco días antes de cualquier junta de accionistas de Fininvest para acordar una posición conjunta, según mostraron los documentos.
El acuerdo asegura una influencia dominante de los herederos mayores sobre el holding familiar, decían los documentos reglamentarios.
Fininvest controla la editorial Mondadori, la emisora MFE-MediaForEurope, así como una participación del 30% en la gestora de activos italiana Mediolanum, todas ellas cotizadas en la bolsa de Milán.
Según su acuerdo, los dos hermanos dispondrán de otros cinco días para consultarse si no consiguen llegar a un terreno común. Si no se llega a un acuerdo, el pacto se disolverá y cada uno será entonces libre de ejercer sus derechos de voto como desee.
El testamento de Berlusconi ha sido aceptado incondicionalmente por sus cinco herederos, incluidos sus hijos menores Barbara, Eleonora y Luigi, que poseen una participación conjunta del 48%.
Todos los herederos acordaron un periodo de bloqueo de cinco años, durante el cual se han comprometido a no alterar las participaciones que poseen en Fininvest, según mostraron los archivos.
Según los nuevos estatutos de Fininvest, si se materializa una propuesta de adquisición de Fininvest y un grupo de herederos que posean una participación mayoritaria combinada acuerdan vender, tienen derecho a obligar a otros herederos a vender sus participaciones en las mismas condiciones, según los documentos. (Reportaje de Elvira Pollina; Edición de David Holmes)
