Moody's Investors Service rebajó la calificación del rating del grupo Obrascon Huarte Lain (OHL) de Caa1 a Caa2, así como la perspectiva del rating de la empresa, que cae de estable a negativa debido a la vulnerabilidad de sus actividades frente a la propagación del brote de coronavirus.

La decisión de rebajar la calificación crediticia se basó, según Moody's, en los resultados de OHL en los primeros seis meses de 2020, afectados negativamente por una desaceleración debido al coronavirus en las actividades de construcción, sobre todo en España y América Latina.

"Si bien el EBITDA del grupo disminuyó sólo ligeramente en comparación con el año anterior, el importante consumo de caja, de 206 millones de euros, y el probable retraso en las ventas de activos previstos han causado un deterioro en la evaluación de la liquidez", dijo Goetz Grossmann, vicepresidente de Moody's en una nota sobre OHL.

En el caso de la rebaja de la perspectiva de la calificación crediticia, Moody's dijo que se debe, entre otros factores, a las dificultades que pueden surgir para cubrir las necesidades de efectivo en los próximos 12-18 meses, así como para cobrar ciertas facturas en los plazos previstos y los posibles retrasos en las desinversiones.

La agencia añade que podría aplicar una rebaja del rating en caso de que la empresa anuncie una nueva reestructuración de su capital.

Moody's considera que la generación de flujo de caja libre de OHL seguirá siendo muy negativa al menos hasta 2022 y no espera un retorno a la generación de efectivo positivo a corto plazo, teniendo en cuenta también las condiciones del mercado en regiones clave para el grupo, como España, Perú, Colombia o Chile, donde la actividad sigue estancada por la pandemia, por lo que las perspectivas de recuperación siguen siendo inciertas, explicó Moody's.

En la presentación de resultados correspondientes a los primeros seis meses del año, el grupo informó que la crisis sanitaria había empujado a la empresa controlada por la familia mexicana Amodio a registrar una pérdida neta de 38,5 millones de euros, superior a los 15,3 millones perdidos un año antes.

Y pese a que su EBITDA se situó en 20,1 millones de euros, en comparación con los 22,7 millones de hace un año, la empresa estimó un impacto negativo de 25 millones de euros por costes directos e indirectos derivados de la pandemia.

A principios de agosto el grupo también anunció que había logrado el apoyo de los bonistas a utilizar crédito del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y abordar la refinanciación, una medida que según Moody's le ayudará a superar el retraso de sus dos principales proyectos --Old War Office y Canalejas-- dentro de un entorno de mercado más desafiante y con mayores riesgos.

(Información de Andrea Ariet; editado por Tomás Cobos)