El productor de cine David Ellison está en conversaciones para tomar las riendas de Paramount Global, en el marco de un acuerdo de 2.000 millones de dólares con National Amusements, dirigida por Shari Redstone, propietaria de la mayoría de los derechos de voto de Paramount. En el centro de estas negociaciones, Ellison, a través de su empresa Skydance y con el apoyo de KKR y Redbird, pretende adquirir una posición significativa dentro de Paramount. El comité especial de Paramount ha dado luz verde a estas conversaciones exclusivas, abriendo un plazo de 30 días para completar el acuerdo.


Según los términos del acuerdo, Ellison compraría la parte de Shary Redstone y fusionaría Skydance con Paramount mediante un intercambio de acciones. Sin embargo, la estructura de gobierno de Paramount, caracterizada por una división en dos clases de acciones, complica la situación. La clase A, controlada casi en su totalidad por Redstone y National Amusements, posee el 80% de los derechos de voto pero sólo el 10% de las acciones en circulación, lo que deja a los titulares de la clase B sin derecho de voto.

Están surgiendo críticas, y algunos accionistas expresan su descontento con el acuerdo propuesto, calificándolo de dilutivo e injusto. Al mismo tiempo, Apollo ha lanzado una oferta competidora de 26.000 millones de dólares para la adquisición total de Paramount, tras la rebaja de la calificación crediticia de la empresa. Paramount sigue mostrándose escéptica sobre la capacidad de Apollo para financiar una operación de este tipo, aunque la empresa afirma que puede reestructurar la deuda existente sin obtener nuevos fondos.

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