La discutida operación multimillonaria, parte de un proyecto más amplio para crear una empresa de red italiana unificada con la unidad de banda ancha Open Fiber de CDP, era un punto central de la estrategia del consejero delegado Pietro Labriola para dividir TIM en varias unidades y recortar su pila de deuda de 25.000 millones de euros (26.400 millones de dólares).

Labriola busca prepararse para cualquier resultado de las conversaciones en el seno del Gobierno. El ejecutivo ha estado trabajando en particular con el fondo estadounidense KKR recientemente, según dijeron a Reuters tres fuentes familiarizadas con el asunto. El fondo estadounidense, que ya posee una participación en la red de última milla de TIM y tuvo un intento de hacerse con TIM en su conjunto rechazado este año, ha renovado recientemente su interés en reforzar su control sobre la red de telefonía fija de TIM, dijeron las fuentes. TIM también ha mantenido contactos con otros posibles inversores interesados en comprar sus operaciones de servicios nacionales, entre ellos el grupo francés de telecomunicaciones Iliad y Poste Italiane, dijeron las personas.

Cualquier operación en la que participen inversores extranjeros y activos de TIM estará sujeta al escrutinio del gobierno en virtud de la regulación del "poder de oro", que da a Roma la posibilidad de bloquear la transacción.

Según las fuentes, al menos dos pretendientes han expresado su interés por la filial de TIM que cotiza en bolsa en Brasil, TIM SA Sin embargo, en opinión de Labriola, la venta de una unidad que genera alrededor del 30% del beneficio básico del grupo podría ser peligrosa para la calificación crediticia de TIM, a menos que se ofrezca a una valoración superior, según las personas. Telecom Italia, KKR, Poste e Iliad declinaron hacer comentarios.

Los debates en el seno de la administración de la primera ministra Giorgia Meloni se centran en cómo hacerse con el control de la preciada red de telefonía fija de TIM, un activo considerado estratégico. El Gobierno aún no ha iniciado las conversaciones con los accionistas de TIM, entre los que se encuentra el principal inversor, Vivendi. Recaudar efectivo para recortar la deuda y apuntalar sus finanzas es clave para TIM, que lleva años bajo presión en su ferozmente competitivo mercado nacional y se ha visto afectada por múltiples rebajas de la calificación crediticia hasta territorio basura durante el pasado año.

(1 dólar = 0,9475 euros)