La aerolínea australiana Qantas Airways ha sido multada con 250.000 dólares australianos (162.375 dólares estadounidenses) por despedir ilegalmente a un empleado que dijo al personal que no limpiara los aviones que llegaban de China a principios de la pandemia de COVID-19, lo que ha agravado los problemas de reputación de la compañía.

El tribunal de distrito del estado de Nueva Gales del Sur emitió la multa el miércoles tras declarar el año pasado a la compañía culpable de "conducta discriminatoria por un motivo prohibido" por el despido. Los cargos fueron presentados por la oficina de seguridad laboral del estado, SafeWork NSW.

El empleado, Theo Seremetidis, conductor de carretillas elevadoras en el aeropuerto de Sídney, planteó en febrero de 2020 su preocupación por la seguridad de los trabajadores asignados a la limpieza de los aviones que llegaban de China, según SafeWork.

Utilizó su posición como representante sindical de salud y seguridad para ordenar a los trabajadores que no limpiaran los aviones, y Qantas le despidió, según SafeWork. La aerolínea fue multada además de ser condenada a pagar a Seremetidis 21.000 dólares australianos.

"Ningún representante de salud y seguridad en el trabajo debe ser despedido por hacer su trabajo", declaró en un comunicado la ministra de Salud y Seguridad en el Trabajo de Nueva Gales del Sur, Sophie Cotsis.

"Que este caso sirva de advertencia, no sólo a Qantas sino a todos los empresarios, para que no discriminen a sus representantes de salud y seguridad".

Qantas dijo que aceptaba la sanción y señaló que había "reconocido ante el tribunal el impacto que este incidente tuvo en el Sr. Seremetidis y le pidió disculpas".

"La seguridad ha sido siempre nuestra prioridad número uno y seguimos animando a nuestros empleados a que informen de todos los asuntos relacionados con la seguridad", añadió la aerolínea.

La sanción llega en un momento en el que Qantas intenta recuperar el apoyo de los inversores y del público tras una serie de pleitos y polémicas que provocaron la jubilación anticipada de su veterano consejero delegado, Alan Joyce, el año pasado.

La aerolínea aún está a la espera de saber cuánto debe pagar tras perder otro juicio en el que se le acusaba de despedir ilegalmente a 1.700 empleados de tierra en 2020 para impedir que emprendieran acciones industriales como huelgas.

Mientras tanto, está defendiendo una demanda de la Comisión Australiana de Competencia y Consumo que le acusa de vender billetes a miles de vuelos después de que fueran cancelados en medio de la escasez de personal y la alta demanda tras la reapertura de la frontera del país en 2022. (1 $ = 1,5396 dólares australianos) (Reportaje de Byron Kaye; Edición de Jamie Freed)