La medida se produce después de que Rusia lanzara una invasión de Ucrania el jueves, aunque Renault, que tiene tres plantas de montaje de automóviles en Rusia, no especificó si su cadena de suministro se había visto afectada por el conflicto.

Renault, que volvió a obtener beneficios en 2021 tras dos años de pérdidas, se encuentra entre las empresas occidentales más expuestas a Rusia, donde obtiene el 8% de sus beneficios básicos, según Citibank.

En un comunicado, la unidad rusa del fabricante de automóviles francés dijo que su producción en Moscú se detendría del 28 de febrero al 5 de marzo debido a "algunas interrupciones en el suministro de componentes".

"Las interrupciones están causadas principalmente por el endurecimiento de los controles fronterizos en los países de tránsito y la necesidad forzosa de cambiar una serie de rutas logísticas establecidas", dijo la unidad, sin nombrar ningún país.

Por otra parte, una planta de automóviles en Togliatti, en el centro de Rusia, podría detener algunas líneas de montaje el lunes, dijo el principal fabricante de automóviles de Rusia, Avtovaz -que está controlado por Renault-, citando la persistente escasez mundial de componentes electrónicos. Dijo que la planta debería estar plenamente operativa el martes.

Estados Unidos anunció el jueves amplias restricciones a las exportaciones contra Rusia, obstaculizando su acceso a las exportaciones mundiales de bienes, desde electrónica comercial y ordenadores hasta semiconductores y piezas de aviones.

Las sanciones estadounidenses no abarcan a Renault ni a Avtovaz y se dirigen a los suministros de componentes específicos. El director general de Avtovaz, Nicolas Maure, dijo esta semana que su empresa buscaría suministros alternativos de chips electrónicos en caso de que las sanciones estadounidenses frenen las entregas.

Ni la unidad de Renault ni Avtovaz mencionaron la invasión de Ucrania en sus declaraciones.

Incluso sin las sanciones, se prevé que las ventas de coches nuevos en Rusia se ralenticen hasta el 3,3% este año desde el 4,3% de 2021, debido a la escasez de componentes electrónicos, a los retos logísticos y a los mayores costes, según la Asociación de Empresas Europeas.