Las unidades comenzarán a construirse en los próximos 100 días, según declaró el ministro de Electrónica, Ashwini Vaishnaw, quien añadió que fabricarán chips para sectores como la defensa, la automoción y las telecomunicaciones.

La medida refuerza la ambición del primer ministro Narendra Modi de convertir a India en un fabricante de chips para el mundo, mientras su gobierno intenta superar los reveses iniciales sufridos en su intento de ofrecer 10.000 millones de dólares en incentivos a la industria.

Tata se asociará con la taiwanesa Powerchip para su planta de fabricación de chips de 910.000 millones de rupias en Dholera, en el estado de Gujarat, dijo el ministro, mientras que la india CG Power se asociará con la japonesa Renesas Electronics Corp y la tailandesa Stars Microelectronics para una planta de 76.000 millones de rupias, también en Gujarat.

Una unidad de Tata, Tata Semiconductor Assembly and Test Pvt Ltd, creará una planta de 270.000 millones de rupias en el estado oriental de Assam, añadió Vaishnaw.

(1 dólar = 82,9061 rupias indias)